Por. Henry Puente.
José Manuel Solís, tras una etapa de pianista, acompañante de grandes figuras como Fernando Albuerne, Olga Guillot y Elena Burke, el villareño José Manuel “Meme” Solís Fernández, compositor, arreglista y cantante, decide fundar en La Habana, en 1960, su cuarteto de voces, integrado en su primera etapa por él mismo, Horacio Riquelme, Ernesto Marín y Moraima Secada. Gracias al extraordinario sentido de la armonía y al dominio del difícil arte de combinar voces de su creador, Los Meme ocuparon un lugar destacado en el competitivo panorama cuartetero de aquellos años, en los que había que vérselas, entre otros, con Los Bucaneros, Los Modernistas, Voces Latinas, Las D’Aida, Los Zafiros, Los De Enrique y Los Del Rey.
Con el tiempo, el grupo fue evolucionando y cambiando algunos de sus integrantes, su primera etapa de amplio reconocimiento les llegó cuando sus miembros eran su creador, Moraima Secada, Bobby Jiménez y Raúl Acosta, nadie que se hubiese sumergido en los primeros años 60 en el ambiente de los clubs y cabarets que caracterizaban la noche habanera, podrá olvidar la maravilla de escucharles cantar “Que infelicidad” o “Ese hastío”, joyas de gran riqueza armónica compuestas por Meme, filin del mejor, maestría en estado puro.
En 1962, Celestino García Súarez puso en práctica la feliz idea de reunir en un programa diario de ambiente íntimo y romántico a un trío de solistas de lujo formado por Elena Burke, Luis García y Meme, la idea fue bien simple, que descargaran canciones, se llamó “A solas contigo” y salía al aire, grabado, a las 11 de la noche por la Onda de la Alegría, Luis era cantante y compositor, Jovial propietario de una sonrisa frecuente, derrochaba sensibilidad por todos sus poros cuando acompañaba con el piano, cosa que hacía realmente bien, con mucha emotividad, se había hecho popular años atrás gracias a un pecado de juventud que todos le perdonamos, interpretar valses peruanos, “Alma, corazón y vida”, “La vida mía» etc. Pero, superada esa época de su carrera, se dedicó a lo que en verdad era su pasión, el filin, sí recordamos, entre sus composiciones están “Mi manera de ser” y “Canta corazón”, dos clásicos que le garantizan un lugar entre los grandes filineros cubanos.
Su majestad La Burke, ya había encontrado su sitio en la cima y lo demostraba el hecho de que cuando decías Elena todos sabían de quien se trataba, ya era la primera entonces y lo siguió siendo hasta su muerte, una estrella de verdad, y por tanto, consecuente con su credo artístico, que no se traicionó a sí misma cantando lo que no tenía que cantar y por ello nunca defraudó a sus seguidores, sin la menor duda, entre las más grandes de todos los tiempos.
Y Meme, bueno, sobre él seguiré escribiendo dentro de está reseña. Imposible resulta olvidar a otro excelente y asiduo participante en el programa, Froilán Amézaga, habitual acompañante de Elena, quien enriquecía el sonido aportando el de su guitarra eléctrica.
Escuchar por radio “A solas contigo” conllevaba una real delicia, poder disfrutar de cómo esos monstruos del filin mezclaban sus voces, fue un auténtico privilegio que solo tuvimos los cubanos de mi generación, todavía me estremezco al recordar la melodía, el tema creado por Ela O´Farrill para abrir y cerrar el programa.
Para 1964, la carrera de José Manuel Solís dio un gran giro positivo, el cuarteto se había renovado ya que FARAH MARÍA entró por Moraima, quién había decidido ser solista, y el santiaguero MIGUEL ÁNGEL PIÑA sustituyó a Bobby Jiménez, aunque mantenían el repertorio que les había convertido en un referente entre las agrupaciones vocales, Meme puso a funcionar su visión premonitoria y se sacó de la manga unas cuantas baladas suyas y otras ajenas que le proyectaron, y de qué manera, a la conquista del gran público, imaginó que todo comenzó cuando él estrenó su “Otro amanecer”, uno de esos temas que ocuparán siempre un lugar destacado en la historia de la canción cubana, aún hoy,57 años después de ser oído por primera vez en público, a quienes vivimos aquella época se nos pone la piel de gallina al escucharlo, en mí opinión, la idea de incorporar la balada a su repertorio fue la tecla mejor tocada en la vida de Meme, del 64 en adelante, el modesto y hasta tímido pianista acompañante que llegó de Las Villas conquistó a toda Cuba con la extraordinaria creatividad de su talento, con su simpatía y cercanía, con ese carisma personal que sólo tienen los grandes, puedo afirmar que, junto a ROSITA FORNÉS, LUISA MARÍA GÜELL, MARTHA STRADA, GEORGIA GÁLVEZ, LOS ZAFIROS, PILAR MORÁGUEZ, ELENA BURKE, JORGE PAÍS y las en el día de hoy muy olvidadas AIDA ROSA y TERESITA HERRERA, en unión del cuarteto LOS MEME, en aquellos años ningún artista nacional consiguió, ni de lejos, el grado de popularidad y aprobación que alcanzó esa dinastía de grandes estrellas de la música.
Los Meme, donde quiera que se presentaban, llenaban, desde la popular carpa de la Avenida de Acosta, hasta el exquisito cabaret del Hotel Capri pasando por cualquier otro escenario habanero o de provincias, su presencia arrasaba, las muestras de afecto del público eran constantes.
Meme tiene su puesto asegurado en ese altar personal de favoritos donde cada uno de nosotros va colocando a lo largo del tiempo a los artistas que consideramos especiales, ésos que nos proporcionan felicidad y que muy pocas veces nos fallan.
No deja de ser cierto que el summum de fama, perfección y popularidad del cuarteto de MEME SOLÍS, lo consigue con sus últimos integrantes, su ya director con los ya mencionados FARAH MARÍA, MIGUEL ÁNGEL PIÑA y la inclusión en 1967 de ese monstruo de la canción nombrado HÉCTOR TÉLLEZ, independiente a todos los integrantes que pasaron por la agrupación, para la memoria colectiva popular les toca a ellos ese honor, son los nombres que salen a relucir y los que se recuerdan con sistematicidad, se une a ello, que al separarse en solitario muy pronto se convertirían en grandísimas estrellas de la canción, adoradas por muchedumbres.
El cuarteto de MEME SOLÍS como tal se instaló en el corazón de la gente de tal forma que aún después de varias décadas en las que pasó lo que pasó, los cubanos le siguen admirando y queriendo, desde “Otro amanecer” en adelante pasaron cinco años de aplausos y fama, hasta que en 1969, Meme decidió disolver su cuarteto y mostrar su intención de abandonar su país en busca de otros horizontes artísticos y personales, aunque él nunca antes había mostrado su disidencia, ni siquiera una opinión política en público, el sistema establecido por las autoridades cubanas contra los artistas que cometían el pecado de no compartir las ideas del gobierno, se aplicó con saña contra él, quien se iba era un traidor a la patria, un desertor de un ejército del que curiosamente nunca formó parte, su música fue prohibida en radio, televisión, discos y espectáculos. Su nombre no se pudo mencionar más en la prensa ni frente a un micrófono. Pasó a ser un paria, un “no persona”.
El caso de Meme Solís no fue el primero, ni el último, en que una figura artística fue borrada literalmente del mapa con el propósito de arrancarla de la memoria colectiva de sus compatriotas, Celia Cruz, Olga Guillot, la Sonora Matancera, Paquito D’Rivera, Leopoldo Fernández, Olga y Tony, Doris de la Torre, Mike Porcel, Julio Gutiérrez, Ela O’Farrill, José Antonio Fajardo, Luisa María Güell, Óscar Martín etc. En otra época, Annia Linares, Mirtha Medina, Albita, Osvaldo Rodríguez, Maggie Carlés, Leonor Zamora, Raúl Gómez y tantos otros que no eran delincuentes sino grandes valores de nuestra cultura fueron suprimidos, anulados, tachados de la isla en que habían nacido y a la que habían entregado su arte.
Con Meme se cebaron especialmente, su ostracismo interior duró nada menos que 18 años, en los que se le negó sistemáticamente el permiso para salir de Cuba, y hubiese durado más a no ser por las gestiones del presidente español Felipe González. Durante ese largo período tuvo que trabajar en oficios que podían lastimarle sus manos de pianista y recibir humillaciones de parte de funcionarios mediocres y oportunistas que, como personas, no le llegaban a la suela del zapato.
Solamente figuras bien establecidas como la FORNÉS, LA BURKE y unas pocas más se atrevieron a mantener su amistad con Meme. En los últimos tiempos el lazo se ha ido aflojando, en el 2013 en el teatro habanero América se le hizo un homenaje a MEME SOLÍS, posteriormente, lo mismo sucedería con LAS HERMANAS DIEGO, Teresita y María Luisa, grandes cubanas, totales triunfadoras como cantantes y compositoras en Los Estados Unidos, pero en Cuba, sin saber porqué, siempre le contaron las alas, tuvieron que optar por la emigración para desarrollar su arte y hacerse famosas en el Mundo. Pienso, que la evidente intención de que se pase página en modo disolvencia, de que se olviden los injustificables desmanes del pasado, puede resultar valida, no obstante, hay algo cierto, lo imperdonable seguirá latente, porque, al fin y al cabo, todos somos cubanos y aquí lo que hay que hacer es mirar al futuro y confiar en que algún día, todo lo adverso cambiará….