En uno de los barrios del Reparto 13 de marzo de la ciudad de Cárdenas vive una de las estrellas del baloncesto cubano de los años 80, lo llaman el gigante Félix Morales. Nació el 9 de junio de 1953, se le conoce como el mejor centro de Cuba durante los años que estuvo como deportista en el equipo nacional.
Compitió en los Juegos Olímpicos de Verano de 1976 en Montreal y en los Juegos Olímpicos de Verano de 1980 en Moscú, además de haber recibido una incontable cantidad de medallas. Viajó a Puerto Rico, Brasil, Panamá, jugó también en el Preolímpico de Barcelona 92 en Portland. Dicen que usaba unas rodilleras más propias de un portero de jóquey que de un jugador de baloncesto. Vio volar por encima suyo a grandes figuras internacionales como Michael Jordan. Fue uno de los pocos jugadores de gran estatura en la historia del baloncesto cubano. Nunca escapó a otro país.
Actualmente, a sus 68 años, el gigante luce una delgadez extrema y pasa las horas sentado en los parques de su barrio. Ya no tiene la lucidez ni la claridad que necesita para seguir recordando su legendario legado en la historia del baloncesto cubano.
Texto y foto: Claudia Padrón Gómez.
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