**Estación Central de Ferrocarriles.**
En el lugar donde se encontraba el demolido Arsenal Militar, se construyó en 1912 la Estación Central de Ferrocarril, la que sustituyó a la primera estación de ferrocarriles habanera, la de Villanueva, ubicada en los terrenos que hoy ocupa el Capitolio Nacional.
La Estación Ferroviaria de Villanueva había superado su capacidad para el año 1910, debido al creciente desarrollo urbano y poblacional de la ciudad, además de que su lugar de emplazamiento entorpecía el tráfico vehicular ya creciente en el Paseo del Prado. El 20 de julio de 1910, el Congreso autorizaba al presidente a canjear los terrenos particulares de Villanueva por los del Arsenal que pertenecían al tesoro público, para construir en estos últimos la nueva estación de trenes.
El 30 de noviembre de 1912 se inauguró oficialmente el edificio de la terminal de trenes, como centro de operaciones de la compañía Ferrocarriles Unidos de Cuba y de la Havana Central Railroad.
El edificio de estilo ecléctico posee cuatro plantas y un entresuelo. Con una peculiar estructura arquitectónica, de líneas sobrias y estilizadas, el edificio copia elementos del Renacimiento español. La edificación, con sus amplios ventanales, su reloj, sus barandales y sus balcones interiores, fue construida en la intersección de las calles Arsenal y Egido. En su fachada principal, por la calle Egido, destacan dos elevadas torres que llevan representados los escudos de Cuba y La Habana. Al frente tiene una plaza pavimentada de adoquines y cerrada por una verja de hierro y cemento.
El arquitecto principal de la obra fue el norteamericano Kenneth McKenzie Murchison, quien se inspiró en un estilo decorativo plateresco español, el que se puede apreciarse muy bien en los elementos de los escudos y las conchas de la fachada.
Consta de cuatro pisos rematados a ambos lados por dos torreones que se elevan 38 metros sobre el nivel de la calle, construidos de acero y hormigón armado y adornado con terracota y azulejos.
En la planta baja se encuentra el salón de espera, decorado con columnas revestidas de mármol.
La plataforma consta de sotechados dobles sobre los andenes, con acceso a vías para trenes de pasaje.
El complejo se extiende con sus peculiares elevados a lo largo de toda la ensenada de Atarés, uno de los tres canales de la Bahía de La Habana. Los Elevados de La Habana son de vital importancia para las operaciones de los trenes de pasajeros que llegan o parten de la Estación Central.
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