Hola amig@s saludos 🙋♂️aquí les regalo esta espectacular publicación sobre :
LAS GUAGUAS CUBANAS ,INDUSTRIAS UNIDAS DE CUBA Y HERMAN BELLER👌
En Cuba, como resultado de la Segunda Guerra Mundial, se fortalece la “economía de sustitución de importaciones”. La Isla, desde dos décadas anteriores, ya había modernizado la industria azucarera al insertarse en el mercado internacional como productor dependiente del azúcar y suplidor de las demandas del mercado internacional, pero el resto de la industria nacional no se encontraba con igual situación ni ventajas.
No obstante a que la participación de Cuba, del lado de los aliados, le convirtió en un suministrador importante, las limitaciones de importaciones desde los Estados Unidos propició que las perspectivas de un crecimiento diversificado se mostraran más favorable en la esfera industrial, cuando ciertos bienes de consumo, como textiles, productos químicos, calzado, etc. consolidaron su producción, ampliándose incluso a otros renglones ya establecidos como licores y cerveza, cigarros, cemento y productos alimenticios. Y esto fortalecería nuestra economía.
Los resultados de estas exportaciones llegaron a aumentar hasta la cantidad de 450 millones de dólares en 1944, lo que incidió sin dudas en una transformación importante del país, pues se realizaron nuevas inversiones en carreteras, escuelas, mecanización agrícola y, sobre todo, el inicio de una industria ligera importante.
Todo parece indicar que es en la década de 1930-40 que surge la empresa “INDUSTRIAS UNIDAS DE CUBA” con sede en Velázquez 31-31 en Luyanó, La Habana, donde, en sus talleres de montaje, se ensamblaban y construían carrocerías de autobuses, entre los que se encontraban los modelo que aparecen en la foto superior de esta publicación.
Es lógico suponer que esta actividad surgiría como resultado a la necesidad cada vez mayor del uso este medio de transporte tan popular y de algún modo poder suplir las importaciones del mismo. Preparo una publicación sobre la Cooperativa de Omnibus Aliados, conocida por COA, que según parece utilizó algunos de los modelos construidos por estos talleres.
Pero en esta búsqueda de información sobre las “INDUSTRIAS UNIDAS DE CUBA”, es donde encuentro la interesante figura de Herman Beller y les comento…
Herman Beller (1899-1972) llegó a La Habana en 1920. Nacido en Komonitz Padosky Gobernia, Rusia, se traslada junto con su familia, desde muy pequeño, a los Estados Unidos. Con poco más de 20 años contrae matrimonio con Jennie Engler, y se traslada a Cuba.
Beller comenzó su carrera en nuestro país fabricando moldes para piezas de repuesto de maquinarias para los centrales azucareros. Posteriormente, ya como experto en carpintería metálica, en talleres de fabricación y fundición de piezas de repuesto, utilizados para las máquinas y los marcos del cuerpo fabricados para autobuses escolares.
Desconozco si fue el gestor del surgimiento de los talleres de “Industrias Unidas de Cuba” o si ya estos eran existentes y el asumió la responsabilidad técnica y desarrollo de la empresa.
Por la decisión de diversificar la producción de esta industria y su interés personal de realizar objetos de diseño más cercano al mundo del arte, también produce obras en bronce, como lámparas, placas conmemorativas y obras escultóricas, no solo para la ciudad de La Habana, sino también para otras instalaciones en toda Cuba. Dentro de esta nueva etapa, también fabricó escritorios y mobiliario para edificios públicos municipales.
Según consta en documento consultado, los escritorios escolares –pupitres- que construía, no solo suplieron los requerimientos funcionales de las aulas, sino que incluso, dada la situación de la importación de materiales generadas por la guerra, los fabricaba con una mejor selección de materiales, cubanos, resultando superiores a los fabricados con anterioridad, lo que propició el desarrollo de las industrias locales.
En una carta enviada el 13 de marzo de 1936, por Raoul Otero, arquitecto del “Negociado de Construcciones Civiles y Militares de la República de Cuba”, tras una visita a un centro escolar y dirigida a “Industrias Unidas de Cuba” le escribe:
“….Primero: Los trabajos allí expuestos de la Compañía Industrial Cubana, no solo han sido estudio y composición realizados en el país, sino que difieren de los importados de los Estados Unidos en todo y mejoran la calidad y el confort del niño…
…..Segundo: Se nota que sus líneas y acabado, no solo son de los más moderno, sino agradable a la vista y al conjunto…
….Tercero: Que la parte de hierro fundido o laminado es fácilmente oxidable en los importados de los Estados Unidos y en cambio los ejecutados en la Industria Cubana, vemos que han sido reemplazadas estas partes del mismo por duro-aluminio, resultando doblemente sólido, irrompibles e inoxidables…
….Cuarto: Que también se nota que la madera, extranjera o importada, en los pupitres procedente de los Estados Unidos, es fácilmente atacada por el comején, mientras que la usada en la elaboración de los pupitres cubanos, es más duradera e inatacable por el insecto mencionado por ser de caoba….”
Termina la misiva felicitando calurosamente a los propietarios por los trabajos realizados por los obreros cubanos, que honran a nuestro país…
Una de los proyectos más importantes, y más reconocidos, emprendidos por Beller, fue el que realizara para el conocido “Parque de la Fraternidad” en La Habana: farolas, placas conmemorativas, rejas, bancos y toda la obra en metal fundido que aparece en dicho parque, fueron producidos por la “Darden-Beller Company” de “Industrias Unidas de Cuba”. Sin olvidar los leones y las farolas del Paseo del Prado, o las del Capitolio y otras muchas más de edificios representativos.
Como miembro de la comunidad judía de Cuba, Beller también creó piezas de metal religiosos y ceremoniales. Beller y su familia salieron de Cuba en la década de 1950, muriendo a los 73 años, en 1972.