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🍹🎶🕺💃 EL“Cabaret Tropicana”💃🕺🎶🍹
En Nuestra Maravillosa🤩 Cuba🇨🇺 de otros tiempos 😍
Durante el último quinquenio de 1930 se establecieron en La Habana y la Playa de Marianao algunas pequeñas salas de bailes y venta de licores que se identificaban como “cabarets” y dentro de esos cabarets se destacaba uno, propiedad del brasilero-italiano Víctor Correa, por contar con la orquesta de Alfredo Brito y un escenario, en forma de media luna, que al terminar la orquesta su presentación giraba ocultando la orquesta y mostrando un nuevo decorado.
Este cabaret, conocido como “Zombie Club”, antes “Eden Concert”, tenía a su favor estar localizado en la calle Zulueta, a pasos del Palacio Presidencial y del Parque Central. A mediados de 1939, cuando la situación económica y política en La Habana se había estabilizado, dos individuos del “bajo mundo” del juego de azar, Rafael Mascaró y Luis Buar, visitaron a Correa con la proposición de que éste creara una gran sala de fiestas donde ellos pudieran ocultar la operación de un casino.
Correa les manifestó que el “Zombie Club” no disponía del espacio necesario, ni tampoco posibilidades de ampliación. Ellos le manifestaron que habían asegurado una propiedad al oeste de La Habana y que él no tendría que pagar renta.
La propiedad, “Villa Mina” fue rentada por Mascaró. Era una hermosa finca de recreo de 24, 280 metros cuadrados, con una flora impresionante magníficamente seleccionada y cuidada, tanto que el contrato de renta estipulaba “que esa no podía ser afectada por el uso de la sala de fiesta”. De ahí surge la idea de un cabaret al aire libre que no dañara ese paraíso natural.
Habló con su amigo y director de la orquesta del “Edén Concert” para que duplicara el número de músicos, cosa que Alfredo Brito recibió con alegría. Para la apertura, se ofrecería un espectáculo con coreografía de Sergio Orta y los favoritos del público del “Edén Concert”, Teresita de España y la orquesta de Alfredo Brito.
El nombre para el nuevo cabaret fue a sugerencia del coreógrafo y director de espectáculos Sergio Orta, inspirado en la melodía homónima del compositor y flautista Alfredo Brito, estrenada en el “Edén Concert” que dice:
“Tropicana/ Diosa de amor, eres tú, mi bien/ la que inspiró mi canción”. (Brito grabó esta pieza en 1944, cantando Pedro Vargas).
Finalmente “Tropicana” se construye en 1939 en los terrenos de la finca Villa Mina, en la zona de Marianao, Municipio Playa, La Habana. La paradisíaca finca ofrecía un espectacular espacio, donde se pensó instalar una especie de “Restaurante – Night Club” para unas 300 personas, dotándola de salones de juegos. Además mantuvo la arboleda, el ambiente tropical: árboles de gran porte, palmas reales, mamoncillos, mangos, cedros y otros. Todo esto la convertiría en uno de los casinos más famosos y concurridos del continente.
A la entrada del cabaret Tropicana está emplazada la “Fuente de las Musas”, obra monumental en la que ocho bailarinas, completamente desnudas, danzan con gracia sobre el borde de una fuente. Llamada originalmente “La Danza de las Horas”, estaba situada en el exterior del “Casino Nacional”, en la esquina de las calles 11 y 120, en el antiguo reparto Country Club, hoy Cubanacán. El Casino Nacional dejó de funcionar en los años 40.
En 1953, Martín Fox, propietario de Tropicana, adquirió esta obra escultórica, pagando por ella diez mil pesos y desde entonces sirve de símbolo al afamado cabaret de la barriada habanera de Marianao. Su autor es Mario Gamba, escultor italiano.
Pero el símbolo de Tropicana realmente lo constituye la escultura de la bailarina realizada por la artista cubana Rita Longa en 1950. Rita Longa, desde muy joven, conoció “Villa Mina”, propiedad de la familia Truffin, compartiendo incluso con Marcial, hijo de Doña Mina, en fiestas y diversiones. Ya reconocida por varias de sus obras, como la Virgen del Camino o el conjunto de ciervos a la entrada del Zoológico, Max Borges Recio, encargado de la imagen que Martín Fox deseaba imprimir a Tropicana, le pidió a Rita crear una escultura para el más conocido de los cabarets habaneros.
El 31 de diciembre de 1949 la obra fue asentada a pocos metros de la entrada principal de la antigua casona. La esbelta “Ballerina”, nombre con el que su autora la bautizaría, en puntas, quedó ubicada en medio de un pequeño estanque, donde florecían los nenúfares y rodeado de césped.
A partir de ese momento, la figura se convirtió sería símbolo de Tropicana y aparece en servilletas y menús, removedores de cócteles, en anuncios publicitarios, navideños, y demás alegorías a Tropicana. Su repercusión obligó a su creadora a concebir una versión, ejecutada en cabillas y cintas de hierro, que acompañaría la no menos novedosa araña destinada a distinguir, a partir de 1953, el escenario del “Salón Bajo las Estrellas”. Actualmente puede apreciarse en la fuente situada debajo del centenario árbol que preside la entrada de la “Sala Arcos de Cristal”.
Las presentaciones de Tropicana han sido aclamadas en todo el mundo. Plazas tan disímiles como el Royal Albert Hall de Londres, Sporting Club de Montecarlo Mónaco, Friedrichstadt Palace Berlin y el Beacon Theatre Broadway, New York. En 1992 es distinguido por la Academia Norteamericana de la Industria de Restaurantes con el codiciado premio “Best of the Best” Five Star Diamond.
El cabaret Tropicana, considerado “Monumento Nacional” también fue seleccionado entre las veinte localizaciones desde donde los consorcios televisivos norteamericanos ABC y CNN trasmitieron en directo a todo el mundo la despedida del siglo XX.
En sus escenarios han actuado incontables estrellas cubanas e internacionales. Sus espectáculos llenos de colorido, variedad de ritmos, belleza y gracia de las bailarinas han sido compartidos con la calidad de importantes figuras, entre las que puedo citarles a figuras internacionales como artistas exclusivos como Nat King Cole, entre 1956 y 1958, la gran vedette brasileña Carmen Miranda, la espectacular Josephine Baker, la platanitos con su show “April in Paris”, también Xavier Cugat, Edith Piaff, Sammy Davis Jr., Lola Flores y su ballet flamenco, Maurice Chevalier, Pedro Vargas, “Los chavales de España”, etc.
Su escenario también sirvió de lanzamiento a futuras estrellas como Olga Guillot y Celia Cruz con la Sonora Matancera, la puertorriqueña Mirta Silva y Bienvenido Granda. Además de la gran Elena Burke, Vilma Valle y Miguel de Gonzalo o el cuarteto “Los Riveros”. Interminable las lista de lo que allí ofrecieron su arte, como Rita Montaner, Bola de Nieve, Chano Pozo, Rosita Fornés, Armando Bianchi, Miguel Ángel Ortiz, Ma. Teresa Tolón, Xiomara Alfaro, Berta Dupuy, Meme Solís… Tal era su fama, que en 1954, algo inusual, el diseñador de moda francés Pierre Balmain presentó en este cabaret su colección “Verano”.
A disfrutar sus espectáculos asistirán figuras como Ava Gadner, Errol Flyng, Marlon Brando, Gary Cooper, Greta Garbo y otras muchas personalidades de Holywood… 👌👏👏👏