HOTEL Sevilla
Situado en las inmediaciones del Paseo del Prado habanero, el Hotel Sevilla se alza en el número No 55 de la calle Trocadero como uno de los cuatro grandes hoteles históricos de la urbe capitalina. Los otros son el Hotel Inglaterra, el Hotel Plaza y el Hotel Saratoga, todos ubicados en las proximidades del Parque Central, lindando con la zona más antigua de La Habana.
Los trabajos de construcción del Sevilla se iniciaron en 1880, bajo el dominio de la colonia española, por la compañía cubana El Guardián de la cual Perfecto López era el presidente y Felipe Beltrán el administrador. Ambos tuvieron la dicha de estar presentes en la ceremonia de inauguración el 22 de marzo de 1908.
Las líneas moriscas de su arquitectura fueron copiadas del famoso Patio de los Leones del palacio Alhambra, de Granada, distinguiéndose por sus arcadas, columnas y paredes recubiertas de azulejos sevillanos. Por su elegancia no solo fue el hotel más lujoso, sino el más elegante, grande y confortable de los tiempos en que fue inaugurado.
A partir de 1924, pasó a ser administrado por la compañía norteamericana Bowman Hotel, la cual le adicionó al hotel original el edificio vecino y lo rebautizó como Sevilla Biltmore, aunque para todos siguió siendo, sencillamente “Sevilla”.
“A principios de la década de 1940, el Sevilla fue administrado por un gánster uruguayo de origen italiano, Amleto Battisti, que entró en negociaciones con Lucky Luciano y se dice que el mafioso Al Capone se alojaba aquí”.
En enero de 1959 cambia la historia del Hotel, así como la del país entero. Battisti, comprometido en negocios con Fulgencio Batista y la mafia norteamericana se asila en la embajada de Uruguay, y el Sevilla es intervenido.
Entre las personalidades que se alojaron en este Hotel se encuentran el pintor español José María López Mesquita, Herbert Matthews, jefe de redacción de The New York Times, la actriz Josephine Baker y el presidente de Panamá Arnulfo Arias.
Actualmente, el Mercure Sevilla, con una capacidad de 178 habitaciones, ofrece a sus visitantes la oportunidad de alojarse en uno de los hoteles más hermosos y mejor preservados de la ciudad, en un sitio estratégico donde pasado y futuro limitan compenetrándose.