LA AMANTE CUBANA DE MEYER LANSKY
La amante “oficial” cubana de Meyer Lansky se llamaba Carmen.»Se trataba de una mujer hermosa de mediana estatura, con el Cabello ensortijado ,además poseía el rostro más bello que según él había visto. Una mujer realmente linda, de andar suave y zalamero, de modales muy finos, de hablar pausado, siempre en un tono muy bajo; algo que a Lansky le encantaba en los seres humanos.
Era una mujer que poseía manos de pianista, con unos dedos muy finos, largos, dedos muy lindos, unas Caderas que para que decir, en fin tenia un cuerpo muy bien formado. Lo que se dice en buen cubano, ¡una mujer hecha a mano!
Carmen era muy reservada. No preguntaba nada, ni estaba en el lugar que no la llamaran. Era natural del central Senado, en la provincia de Camagüey y de allí vino a trabajar para la capital cubana».
Lansky compartía con ella un piso alto en el Paseo del Prado, donde vivía además, la madre de Carmen. Meyer Lansky y Carmen se conocieron en El Encanto, la lujosa tienda por departamentos de Galiano y San Rafael. Aquella relación fue algo insólito en el cabecilla mafioso, que no se permitía esas libertades. Lansky mantuvo a Carmen en el ostracismo y la oscuridad más profundos, no solo porque le aterrorizaba que su esposa Teddy pudiera enterarse de aquel amor clandestino, sino porque siempre criticó en sus socios esos amoríos secretos, que calificaba como una debilidad.
Lansky salió de Cuba en enero de 1959. Volvió en marzo del mismo año para sacar a Carmen de la Isla. Algunos señalan que no la encontró otras dicen que si partieron juntos. Nadie más volvió a saber de ella en Cuba.