<< La Comadrita >>
La comadrita ha sido uno de los muebles domésticos esenciales en la tradición histórica criolla..
Es una mecedora pequeña, sin apoyos para brazos, netamente cubana y que permite que las personas se mezan en ellas debido a sus balancines.
Se considera que surgió en Cuba en el último tercio del siglo XIX como un sillón pequeño, de uso principalmente femenino.
Generalmente se tenían en la habitación para permitirle a las damas de antaño, ataviadas de tanto ropaje, vestirse con mayor comodidad, en tanto eran empleadas en ese espacio para largas lecturas, entre las que no faltaban las novelitas de algún que otro autor de renombre.
También gustaban de colocarlas en los espaciosos portales después del mediodía para ver el movimiento de la ciudad, mientras las damas tejían alguna que otra aplicación y al no tener brazos permitían el cómodo desplazamiento de los codos en el bordado y tejido.
Es signo de cubanía, y su imagen ha quedado atrapada en el quehacer pictórico de artistas cubanos como Guillermo Collazo entre otros.
El afamado pintor Carlos Enríquez también le dedicó un relato titulado: "La comadrita" en un número de la revista del grupo literario ORTO, en los años 40.
Ha pasado el tiempo y ahí, como negadas al olvido, se conservan comadritas de diferentes épocas en varios hogares cubanos, algunas dedicadas expresamente a las abuelitas que se han acostumbrado a ellas y otras al uso colectivo de quienes saben de sus comodidades y hacen de su uso un tiempo placentero.