LA DULCE Y TIERNA ESTRELLITA.
Nos recuerda el reencuentro con un inolvidable AMIGO de la infancia….
Por. Henry Puente.
Sinceramente pienso, que reencontrarse con un viejo amigo es siempre una alegria especial, mucho más si ese amigo es un amigo de la infancia al que queríamos, admirábamos y esperábamos ansiosos su regreso, la alegría del reencuentro se multiplica y el corazón y los recuerdos se visten de arcoiris para la fiesta.
El recuerdo conlleva al regreso de saber que todos fuimos niños una vez, cuando nos sentábamos frente a viejos televisores en blanco y negro, nuestras madres rejuvenecieron, dejaron sillones y volvieron a usar delantales y a gritarnos ¡Se va a enfriar la comida! Mientras nosotros reíamos traviesos y nos dejabamos seducir y encantar con la presencia de un títere y su magia, el cual tenía la voz de Consuelito Vidal, junto a la dulce, buena y tierna Estrellita, personificada por la actriz Hortensia Soto, esa maravilla nos llegaba entre sonrisas y mimos. Aunque sé que para muchos, con los nuevos tiempos, puede parecerle algo muy ñoño, en nuestra inocencia nos hacía feliz.
Esa resulta la magia de los buenos recuerdos, esos que provocan hacernos soñar, viajar al pasado, borrar años, olvidar penas, limpiarnos de angustias, creo que un buen recuerdo conlleva un tesoro, sacarlo a la luz y acariciarlo, hace el camino más fácil y alivia el alma. Los amiguitos que hoy peinanos canas, usamos espejuelos para ver bien las fotos, pero conservamos un corazón que no envejece, que basta una chispa de recuerdos estalla en carcajadas y corre por la casa llenando la vida de antiguas travesuras.
Solo resta decir, gracias amigo por está dulce nostalgia cubana, inolvidable resultan aquella presentación y texto:
¡ Vamos que ya va a empezar el programa ! y ¿Cómo se llama? Se llama así ¡ Amigo, amigo y sus amiguitos !
