La Farmacia Sarrá, una maravilla de La Habana surgió en 1853 con el nombre de ‘La Reunión’ pues fue donde primero se vendió medicina alopática y homeopática en un mismo establecimiento. Respecto a su origen, precisó que la creó la sociedad Sarrá Catalá y Compañía, tres de los miembros de la empresa eran familiares y estaban vinculados al cuarto miembro por su origen en la región europea.
‘El negocio comenzó en una casa de tipología doméstica, local en el cual actualmente se mantiene la venta de especias’, indicó la museóloga.
Con los años fueron ampliando su propiedad inicial para ampliarse hasta la calle Compostela y construir un piso superior para 1884.
Uno de sus cuatro miembros fundadores, José Sarrá Valdés Ulí, fue también el primer presidente de la Asociación de Farmacéuticos de Cuba en 1880.
El mismo falleció en 1897 y su hijo, Ernesto José Sarrá Hernández, adquiere el negocio y lo administra desde finales del siglo XIX hasta el 1942, añadió González.
La historiadora señaló que en ese tiempo la tradicional farmacia se amplía por toda la manzana, crece un piso más y se transforma en una industria, la cual sería continuada por el gobierno revolucionario.
Después de 1942 Sarrá Hernández pasó su legado a manos de sus tres hijas y el esposo de una de ellas es quien lo regenta. Durante sus años al mando, el empresario siguió comprando inmuebles por el resto de la manzana y los fusionan internamente con estructuras de hormigón armado, algo muy característico de las industrias del siglo XX, época en que las industrias querían parecer mansiones, destacó la museóloga.En este momento la propaganda del establecimiento era: ser ‘La Mayor’.
De hecho, en su libro ‘Los propietarios en Cuba en 1958’, el historiador Guillermo García, determinó que esa farmacia, haciendo honor a su slogan, era la mayor del mundo y estudios más recientes lo corroboran. Si te gustó 😎👍, comparte 🔀