La hice en el colegio Eucarístico de monjitas. Cajita de madera pirograbada y barnizada, forrada dentro en terciopelo rojo. En la clase de Educación para el Hogar, nos enseñaban a tejer una y dos agujas, coser, bordar, pirograbar, algo de cocina y otros. Las clases de piano mi papá no pude pagarmelas, pero también se impartian. Hoy las niñas se hacen mujeres y no saben poner un botón.