**La Historia XLVI, Mussolini, su fórmula, sus obras y la adoración de ‘Siniestro’ Castro por sus ideas.**
Existe un discurso de **Fidel Castro**, **»Palabras a los intelectuales»**, que se convierte en el discurso icónico de la política cultural cubana. **”Contra la revolución, nada. Ningún derecho”**, dijo Fidel Castro en 1961. Según ello, la revolución estaba por encima de cualquier ley, de cualquier derecho, una declaración clara del totalitarismo. Como en la edad media cuando todo el arte y la cultura tenía que estar en función y al servicio de la iglesia. Pero algo inconcebible para los cubanos, sin embargo ya llevaba decenios de práctica impuesta en los países del llamado campo socialista.
Con este discurso del líder de la revolución, comienza en Cuba el doble discurso y la doble moral. Se crean instituciones culturales con el fin de difundir y promover el desarrollo de la cultura cuando en realidad cumplen una función represiva y policial hacia los creadores.
Todos pensaron enseguida en la imposición del llamado **“realismo socialista”** que regía todas las manifestaciones culturales en el campo socialista y al final trataron de justificar que esa era una fórmula mal comprendida y tergiversada por el imperialismo., y que de aplicarse correctamente beneficiaría a la cultura considerablemente.
Lo que mucha gente no sabe es que esa fórmula viene de un personaje tenebroso, **Benito Mussolini **que, en La Scala de Milán, dijo en 1925 en un discurso: “Tutto nello Stato, niente al di fuori dello Stato, nulla contro lo Stato” (“Todo en el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado”). Y **Fidel Castro** fue, sin duda alguna, un lector frecuente de Mussolini. Yo me atrevería a decir que fue un lector ferviente y apasionado de Mussolini.
(Tomado de Memorias de un Cubano, @Carlos Bu).