<< La Isabelica >>
Un sitio de amor y leyenda
Para los amantes de las leyendas o historias de amor, La Isabelica, ocupa un sitio de honor. Historia y fantasía se dan cita en este hermoso lugar de la oriental provincia de Santiago de Cuba.
Cuentan que al francés Víctor Constantin, propietario de la hacienda, no se le conoció esposa o mujer blanca como compañera. Sin embargo, se dice que una esclava, Isabel María, llenaba todos los espacios en aquella casa. La Isabelica tiene la virtud de transportarnos 200 años atrás con toda su leyenda amorosa. En sus alrededores existieron cafetales y secaderos que conocieron del sudor esclavo y de sus ansias de libertad.
Las, ruinas, hoy convertidas en museo, corresponden a una hacienda de finales del siglo XVIII, propiedad del francés y su esposa Isabel María, que sirvió de inspiración para nombrar a aquella finca.
El cafetal La Isabelica está muy cerca de la Gran Piedra, en Santiago de Cuba. Es un lugar encantador donde hay un clima muy agradable, propio de montañas.
En su exhuberante vegetación hay 236 variedades de helechos y 222 de orquídeas y allí crece el musgo naranja, que nace solo donde hay 0% de contaminación ambiental.
Cerca de la zona donde se ubica, se encuentran también otros complejos cafetaleros como La Gran Sofía, Firmeza y Fraternidad, pero solo el que lleva el nombre de su dueña africana es considerado un museo, ya que era el que mejor conservaba el sistema que lo identifica como cafetal y el más accesible al público.
Todas las haciendas de esta región tienen una arquitectura similar, al estilo de los castillos medievales. La tipología se basa en casa vivienda en el piso superior y almacenes en la planta baja.
El elemento fundamental en su arquitectura es la piedra, ya que en esa época las edificaciones se adaptaban a lo que la región les ofrecía.
La red de caminos y senderos que usan hoy los habitantes de la zona datan de esa fecha.
Se calcula que La Isabelica funcionó hasta 1876, pues es la fecha que se tiene como referencia del término del cultivo del café en esa región, como actividad fundamental. A partir de entonces algunas haciendas quedaron en total abandono.
En La Isabelica se conservan muchísimos artículos originales de la casa y el cafetal: herramientas para la carpintería o la agricultura, utensilios de cocina, el aljibe, la tina para el baño, artículos de porcelana y plata…