La maldición del Payret.
Recogen diversas fuentes y escritos que sobre el Teatro Payret flota una cierta maldición. Es una leyenda muy urbana, tanto que está en el centro de la capital.
Recogen las crónicas que el sitio ha tenido en lo fundamental cuatro o quizás cinco estructuras arquitectónicas distintas. Inaugurado el 21 de enero de 1877 con temporada de ópera, en 1880 una explosión del gas de alumbrado provocó un incendió que lo dañó seriamente. Reparado y abierto, para en 1882 sufrir los embates de un temporal con la caída de una pared de carga que produjo 10 heridos y 3 muertos. Cerrado años y reconstruido en 1890 para 1926 fue desolado por el gran ciclón del 19 de octubre de 1926 perdiendo techo y fragmentos de paredes. De nuevo reparado y reabierto en 1935, como cine también. Las obras al parecer no fueron de mucha calidad y ya para 1948 tenía tantos defectos y vicios constructivos que se hizo necesario demolerlo ante un posible derrumbe. Vuelto a reconstruir en 1951 con el aspecto de construcción clásica con que lo vemos hoy día.
Hasta ahí lo leído en diversas fuentes históricas. Ahora mis vivencias.
Finales de los 50 y los 60 el Payret era un cine elegante, de lujo con una excelente climatización, pantalla para el cinemascope y audio de primera, las esculturas de las nueve musas miraban de frente al encender las luces de salida. 1800 asientos cómodos (solo superado por el teatro Blanquita luego mal rebautizado) estructurados para que todos pudieran ver la película sin ser molestados por los de delante excepto que hubieran dos enamorados que pegaran las cabezas y que había que evitar. Muy buenos servicios sanitarios y una excelente cafetería completaban el cuadro que con los filmes de estreno hacían una delicia el paseo, en una época sin Netflix y Youtube y con televisores en blanco y negro.
Por contraste en la misma acera en el 564, estaba uno de los cines más paupérrimos y lúgubres de La Habana: el Capitolio que con sus 400 asientos era famoso por la clientela de viciosos, mujeres de la vida rosa y lo que hoy se conoce como depredadores sexuales.
Hoy el Payret parece sufrir la última etapa de su maldición; cerrado por reparaciones en 1969 y 1981, reabierto y vuelto a cerrar hace años, se ha convertido en un criadero de ratas y cucarachas, fuente de aguas negras y otros horrores. Rodeado de hoteles dizque 6 estrellas???