La novena de los Hermanos Torres, un equipo de pelota que fue exclusivo de Cuba integrado totalmente por nueve hermanos.
Una curiosidad deportiva de exclusividad para Cuba y quizás para el mundo lo constituyó el equipo de pelota integrado totalmente por nueve hermanos, quienes efectuaron el primer desafío el sábado 25 de diciembre de 1943 en el poblado villaclareño de Sitiecito.
En la novena de Los Hermanos Torres, aparecían desde el más joven de la familia, con 17 años, hasta el mayor, casi con 40, quienes se enfrentaron a un equipo integrado por peloteros del club Juventud de Rodrigo, a los que derrotaron cinco carreras por tres.
Las gradas del estadio perteneciente al central azucarero Santa Teresa, actual Héctor Rodríguez, del municipio de Sagua la Grande, en aquella ocasión resultaron demasiado pequeñas, y el público asistente motivado por el hecho inusual llenó los alrededores del terreno para disfrutar del espectáculo.
Durante la etapa juvenil, los hermanos Torres vivían en Sitiecito y jugaban en distintas novenas, pero cuando fueron creciendo cada uno hizo su vida y se dispersaron por diferentes pueblos y provincias, aunque por lo regular cada año se reunían en la casa de los padres para celebrar el día de noche buena, y en aquella ocasión pactaron para realizar el encuentro de beisbol.
Similar suceso se produjo en 1945, en esa ocasión la victoria correspondió al equipo visitante, con la anotación de siete carreras por cuatro.
Un artículo publicado en la revista Bohemia de 1945 refería:
“En la simpática localidad de Sitiecito hay un equipo de baseball digno de figurar en los inmortales Cartones de Ripley. Ese team está formado por nueve hermanos de apellido Torres(…) En los scores de los juegos que ellos celebraban, claro está abundan los doble plays, de Torres a Torres a Torres(…)”
Aunque la atracción inicial lo constituía el hecho de ver jugar al equipo formado por los nueve hermanos de sangre, al decir de los coterráneos de aquella época, fueron vitoreados en varios terrenos en los que jugaron buena pelota.
Contaban sus admiradores que los encuentros desarrollados fueron inolvidables. La posiciones eran Eulalio como cátcher, Delio tercera base y pitcher; Rufino, tercera base y torpedero; Melquiades, primera base, (también en la Liga Pedro Betancourt); José jardinero, Rolando receptor y primera base; Crescencio, pitcher y center field; Delfín , jardinero y Santiago, segunda base y torpedero.
Se recuerda que uno de sus preciados anhelos consistía en jugar en Venezuela, país del que procedían sus padres y los hermanos mayores, pero nunca se pudo lograr, pues en esa época no existía en Cuba licencia deportiva que protegiera a los trabajadores para viajar con ese propósito y corrían el riesgo de perder el trabajo.
Julio César Ramos Nodal , jefe del departamento Deportes para todos, de Sagua la Grande, dijo a la ACN que en justo homenaje al curioso equipo, en el parque de la ciudad existe una tarja dedicada al singular conjunto de pelota.
En marzo de 2001, un grupo de aficionados fundó la peña de los Hermanos Torres, que apoya los eventos deportivos del municipio, tanto de béisbol como de otras disciplinas, la cual tiene entre sus miembros de honor a Conrado Marrero y a Víctor Mesa, procedentes de Laberinto y Sitiecito, respectivamente, en esa localidad.