La nutritiva frita cubana ni las hamburguesas americanas podían competir con esta delicia cubana. Hoy hablaremos de Sebastián, el fritero, Muy famoso fue en la ciudad de Cienfuegos el chino Julio, con su cocina móvil estratégicamente situada en el Paseo del Prado entre Santa Clara y Dorticós, frente a la desaparecida planta eléctrica y a media cuadra del Teatro Luisa, lo que le garantizaba una clientela segura a la salida de cada función.
Habían otros friteros habaneros también dignos de elogio, fueron mujeres. Fina Siré llegó a tener fama y una sólida clientela en los portales del café León, en la calzada de 10 de Octubre, entre Estrada Palma y Luis Estévez, en la Víbora. También otra mujer cuyo nombre desconozco que instaló su puesto de fritas en 24 esquina a 25, en el Vedado, donde estaba la bodega, y además bar-cafetería, La Guajira. Allí vendía también papas rellenas y croquetas y, los domingos, pan con lechón, ya que mandaba a asar un puerco a la panadería Las Villas, en la calle 17 entre 16 y 18, también en el Vedado.