*La Palma Real, Árbol Nacional de Cuba*
La Palma Real, es el más simbólico de los árboles de la campiña cubana; su nombre simboliza realeza, majestuosidad.
Esbelta, hermosa, erguida; con un único tronco, que puede alcanzar los 30 m de altura y 60 cm de diámetro, reluce los campos con su figura en astil, penacho, y hojas compuestas en las que las hojuelas se disponen a lo largo de un eje central de hasta cuatro metros de largo.
Pertenece a la familia Arecaceae; y aunque es la más abundante de las especies de palmas del género Roystonea que habitan en Cuba, no es privativa de la Isla, también la podemos encontrar creciendo naturalmente desde la Florida y hasta México, en América Central y al norte de América del Sur, y se cultiva como planta ornamental en muchos otros lugares de la Zona intertropical.
Sus flores son una importante fuente de alimento para las abejas. Su fruto, el palmiche, cuelga muy abundantemente en racimos; es una baya ligeramente alargada, de unos 10 milímetros, y nueve de ancho, de color violáceo a púrpura, y contiene sólo una semilla. En lugares húmedos los tallos son recubiertos por una gran cantidad de curujeyes y orquídeas. Los pájaros carpinteros cavan sus nidos en sus troncos y a menudo otras aves como la cotorra, el catey, el sijú platanero y el tocororo utilizan los huecos abandonados por los pájaros carpinteros para aovar.
Lo verdaderamente atrayente de este árbol, en el que cultores de las artes se han inspirado y del que las religiones más difundidas en Cuba llaman “sagrado”, es su diversidad de usos; de la Palma Real se aprovecha todo. Los aborígenes y campesinos cubanos bien lo han sabido, porque este maravilloso árbol satisfacía sus necesidades primordiales: el fruto es excelente alimento para cerdos y el aceite que se extrae de ellos se emplea para hacer jabón; los racimos al secarse son útiles como escobas rústicas; los tallos se empleaban como madera para la construcción de bohíos y las hojas o pencas se usaban para techarlos; las vainas foliares (yaguas) sirven para envolver las hojas curadas del tabaco. El cogollo tierno, conocido como palmito, se emplea como alimento humano. También tiene uso medicinal pues sus raíces en cocimiento son un diurético útil para expulsar cálculos en la orina, para el tratamiento de la diabetes y se afirma que posee propiedades emolientes para la piel.