<<"HABIA UNA VEZ"… Y SIEMPRE >>
La primera razón de la inagotable popularidad del libro «Había una vez» es la fuerza de la tradición, el deseo de todo adulto de compartir con los más pequeños de la familia los mismos cuentos y poemas que dieron calor y fantasía a su infancia. La célebre compilación de poemas y cuentos de numerosos países que realizaran Herminio Almendros y Ruth Robés Masses apareció por primera vez en 1946. El pedagogo español, instalado en Cuba desde hacía 17 años, contaba ya con una amplia labor en la promoción de la lectura entre niños y adolescentes, en particular a través de compilaciones de cuentos, mitos y leyendas con las que
trataba de paliar la insuficiencia de literatura y de ediciones cubanas para los más
Jóvenes. De la cubana Ruth Robés Masses poco se ha podido saber; también pedagoga, colaboró en otras ocasiones con Almendros, pero se dejó de mencionar su co-autoría tras abandonar el país a comienzos de los años 1960.
Mi primer ejemplar de «Había una vez» , era un volumen de tapas duras e ilustraciones en suaves tonos pastel; probablemente fuera la versión de Publicaciones Cultural, de 1956, el cual me acompañó mucho tiempo como mi libro de cabecera con «La cenicienta’,’ El patito feo»,
«El gallo de bodas» y otros más…..
Ha sido reeditado periódicamente, convirtiéndose en referencia para sucesivas generaciones de padres, abuelos, maestros, bibliotecarios… y es el primero que nos viene a la mente a los cubanos (junto a La Edad de Oro, de José Martí) cuando pensamos en una obra para niños.
Había una vez… es, ciertamente, un clásico dentro del catálogo editorial dirigido a la niñez, uno de esos libros que siempre entregará lecciones, enseñanzas, entretenimiento…