La Torre perteneciente al ingenio Manacas-Iznaga en Trinidad fue construida en torno a 1816. Con una altura de 45 metros distribuidos en siete pisos o niveles, desde la atalaya se divisaban las plantaciones de caña y el brutal trabajo de los esclavos que sembraban y cosechaban a sus pies. Devenida símbolo de la Arquitectura colonial, la torre sorprende por su estructura, de piedra, ladrillo y metal, coronada por un campanario. En lo alto de la vigía está instalada una campana que avisaba del inicio y el fin de la faena esclava, así como la obligatoria Oración a la Santísima Virgen en la mañana, al mediodía y en la tarde.