La vida nocturna de La Habana en la década de 1950 solo era comparable a la de grandes ciudades del mundo como París o Nueva York. La cantidad de cabarets, centros nocturnos y lugares para bailar, para todos los gustos y bolsillos, era tal que se podía ir todas las noches a uno distinto durante medio año si tener que repetir la visita…
Nostalgia de tiempos pasados…