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Lady Roma.

Lady Roma.
La Camagüeyana que triunfó en Europa y convertida en estrella de cine enloqueció a toda Europa.
La cual hasta el final de su vida
¡ Adoró y protegió a los animales !

Por. Henry Puente.

Apolonia García Hernández, quién más tarde sería conocida en el Mundo enteró como Chelo Alonso, nació en Camagüey (Cuba) el 10 de abril de 1933, su primera vocación fue la danza, llegó a actuar en el Teatro Nacional de Cuba en La Habana, posteriormente, lo haría como gran estrella en el famoso Folies Bergère de París, aunque también cantó, fueron sus dotes como bailarina las que serían muy aprovechadas en su notoria carrera cinematográfica. Su espectacular y exótica belleza la llevarían rápidamente al cine en 1959 de la mano de Steve Reeves con la película El terror de los bárbaros, por la que fue galardonada como descubrimiento femenino del cine italiano.

Su salto a la fama internacional llegaría ese mismo año con la película de Guido Brignone «Bajo el signo de Roma (Nel segno di Roma)», en la que trabajó con Anita Ekberg. El baile sensual de Chelo Alonso fue utilizado como promoción de la película, incluso más que la participación de la diva sueca, en el trabajo cinematográfico de Chelo Alonso se alternaron las películas de péplum con otras de aventuras y con otras de spaghetti western.

Se casó con el productor Aldo Pomilia en 1961, y abandonó el cine en 1968 para retirarse en Siena, Italia, donde vivió hasta su muerte, ocurrida el 20 de febrero de 2019 cuando contaban con 85 años.

Comenzó a trabajar profesionalmente en la Habana a los 17 años, como Chelo Alonso viajó por todo el Caribe, obteniendo grandes éxito, le ayudaron mucho sus espectaculares medidas 91-53-91 y su cadencia al bailar sumada un buen dominio de escena, poco tiempo después se presentó en Miami y luego, como era de esperarse, viajó a Broadway.

Como ya se mencionó anteriormente, en 1957 es contratada por el Folies-Bergere de París, donde fue llamada “la nueva Josephine Baker”, los cazadores de talentos inmediatamente se fijaron en ella y poco después era contratada para hacer cine en Italia, su extraordinaria belleza unida al tipo latino encuadraba muy bien en las películas realistas de la posguerra, pero muy especialmente en un nuevo género, las llamadas películas épicas.

Su primera producción fue filmada en 1959, “El ataque de los moros”, obteniendo un resonante éxito, luego hizo un pequeño papel en “Mírala pero no la toques”, ese mismo año, daría un salto a la fama internacional con la película “Bajo el signo de Roma”, en la actualidad pocos recuerdan que uno de sus directores fue el mítico Michelangelo Antonioni, que en época de vacas flacas, necesitando dinero para realizar su controversial cine intelectual, hubo de hacerse cargo de la dirección de está película muy lejos de sus ambiciones y estilo fílmico.

El gran atractivo de está rareza cubana nombrada Chelo Alonso, según Christopher Frayling, estudioso del tema cinematográfico, radica en el debut en el género, ella en realidad fue la primera que lo impuso, un año antes de salir Anita Ekberg a la palestra pública a las órdenes de Fellini para rodar “La dolce vita”.

Del mismo modo, Chelo Alonso firmó un contrato para trabajar junto a Steve Reeves en la gustada versión de “Hércules”, la cual se transformó en un suceso de taquilla sin precedentes, a partir de ese momento, la figura sensual de Chelo abrió las puertas a un nuevo género de películas que demandaban figuras exóticas, completó el año 1959 filmando de nuevo con Steve Reeves la saga de Hércules, titulada “El terror de los bárbaros”, por esta película, Chelo Alonso fue llamada “El descubrimiento femenino del cine italiano de 1959”.

Durante su trayectoria participó en títulos junto a actores de primera talla como “Gastone” 1960, con Vittorio De Sica y Alberto Sordi, “La scimitarra del Saraceno” 1959 con Lex Barker, entre otros muchos, en total actuó en 19 largometrajes, Chelo, sinónimo de mito erótico, hizo historia en el péplum. Se quedó en Italia a principios de los años 60 y no quiso regresar nunca a Cuba. Se casó con el productor Aldo Pomilia en 1961, y abandonó el cine en 1968.

Ya viuda, es cuando Alonso se muda a una granja en Siena, Italia, allí fundó en forma admirable diferentes asociaciones para la defensa del mundo animal, al cual le dedicó todo su tiempo y esfuerzos, en vida fue una apasionada defensora de está causa, al estilo de otra estrella cinematográfica fanátizada con el justo, caritativo y bondadoso tema, Brigitte Bardot, igualmente, Chelo fue una apasionada de los gatos y mantuvo un negocio de cría de felinos, incluso, regentó un hotel de cuatro estrellas para ellos en Senese junto a una factoría de comida para animales…..



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