<<Las aguas embotelladas en Cuba>>
No en todas partes se consumían aguas embotelladas, pero era corriente ver a los carreros de venta de garrafones de veinte litros o 5 galones de agua mineral o efervescente , de los cuales entre los más famosos estaban La Cotorra, Lobatón, El Tigre y el Copey por citar algunos.
Pero el agua mineral "La Cotorra" se consideraba que era la más famosa de Cuba.
En sus orígenes, a principios del siglo pasado, se traía el agua en tanques desde la Isla de Pinos para comercializarla en la capital del país desde un manantial existente en la localidad de La Fe y para su transporte se servía de una goleta que cubría la ruta marítima Nueva Gerona – Batabanó.
La compañía tomó el nombre de "La Cotorra" por el ave tan abundante en la isla donde inició el negocio.
Posteriormente las aguas provenían de los famosos Manantiales de La Cotorra, en Guanabacoa.
Desde un principio las botellas y botellones "La Cotorra" fueron distribuidos por camiones que tenían pintados el ave con sus llamativos colores y el rótulo que identificaría siempre a la empresa: "La Cotorra".
Se trataba de una marca confiable que competía muy bien con gran cantidad de compañías dedicadas al negocio del agua mineral en el país, puesto que ya que en la misma Guanabacoa, existían otras marcas como San Agustín, Lobatón, Fuente Blanca, Santa Ana, Uribe y otras.
Adicionalmente se crearon a semejanza con las fábricas de cerveza, los "Jardines de La Cotorra"
El lugar resultaba agradable por su follaje exuberante y era muy atractivo para los niños pues contaba con un parque de diversiones y ademas tenía salones para fiestas privadas.
En la década de 1950 a la entrada de los jardines también se habilitó una amplia explanada que era utilizada para actos públicos y fiestas populares.
Hay que recordar que entonces los botellones eran de cristal, por lo que eran bien pesados y se hacían difíciles de manipular.
Recuerdo que en mi casa se compraba el agua "El Copey", la cual provenía de los Manantiales de Madruga y los "carreros" entraban a la casa con el botellón al hombro y lo ponían en la cocina en una especie de volteador que estaba en el piso para después poder servir el agua y del cual desafortunadamente no encontré foto.