Las emisiones del noticiero mostraban encomiásticamente los nuevos refugios que la patria había creado para la protección de sus hijos contra la invasión. Túneles habilitados como dormitorios, enfermerías y aulas. Una vida bajo tierra, perfecta y organizada. Al estilo vietnamita.
TÚNELES PARA ENCERRAR A MILLONES. A lo largo y ancho de la isla.
Empecé a preguntarme de qué está hecha la gente por dentro.
NADIE PENSÓ que tantos túneles no se improvisan en tres semanas, ni que bastaba con unas cuantas naves disfrazadas con el US Navy para que se metieran como corderos qui tolis pecata mundi en aquellos agujeros, hasta que se les fortaleciera el espíritu patrio, si por algún motivo osaban rebelarse.
NADIE PENSÓ QUE LOS TÚNELES SIRVEN PARA METER PRISIONEROS.
NADIE PENSABA QUE EL LABORATORIO DE BIOLOGÍA DE SAN JOSÉ DE LAS LAJAS ECHA UN HUMO SOSPECHOSO, de una producción dirigida por un entregado coronel de las Fuerzas Armadas, y QUE DE AHÍ HABÍAN SALIDO TODAS LAS ENFERMEDADES CONVENIENTES PARA DIEZMAR A LA POBLACIÓN Y ARRUINAR LA ECONOMÍA, COMO LAS EPIDEMIAS DE LA FIEBRE PORCINA, Y EL DENGUE, otra de las fórmulas de la cola loca del Comandante.
Tenían el cerebro más reblandecido que los fetos nonatos en los pomos de mi niñez.
AFR.