Las mentiras y la manipulación llevaron a Cuba a la actual destrucción, pérdida de valores y de todo tipo de libertades. Prohibido olvidar. Se impuso una ideología que sólo beneficia a los dirigentes, que son irónicamente los que menos creen en ella, pero que reconocen la oportunidad de manipular a las masas y enriquecer sus bolsillos a costa del esfuerzo ajeno