Las novelitas.
Nombre adoptado en Cuba para las novelas en pequeño formato, de escritura simple y baratos precios. Literatura popular. Sí, porque a pesar de sus detractores aún es literatura. Ligera pero lo es.Novelas de distintos géneros y sabores. Con portadas llamativas por su ilustración y colorido.
Que menospreciadas por puristas y filósofos de café con leche tenían la virtud innegable de enseñarnos algo de la sabiduría corriente y sobre todo, vista de la gramática y la ortografía.
Eran el natural segundo paso desde los muñequitos, al llegar a la adolescencia y la primera juventud. Pero el regusto se mantenía en muchos, muchos casos hasta bien entrada la edad adulta, la madurez e incluso la edad tercera. Se vendían en librerías, estanquillos, muchas tiendas y con los inefables limpiabotas.
A diferencia de las historietas donde el mercado mexicano dominaba en absoluto las ventas en Cuba, en el caso de las novelitas eran las editoras españolas, sobre todo y casi todo las de Barcelona con la editorial Bruguera a la cabeza con una larga tradición de novelas por entregas semanales, que en España fue un hecho desde el siglo XIX y que tuvo entre sus escritores al inmenso Don Benito Pérez Galdós.
Encabezaban la lista de autores dos prominencias, Corín Tellado en el género romántico o rosa, con más de 5000 novelas escritas entre 1946 y 2009, traducidas a 27 idiomas y con 400 000 000 de libros vendidos. Record Guinnes de más ventas en español y la escritora más leída después de Miguel de Cervantes.
El otro Marcial Lafuente Estefanía con 2600 novelas del oeste. Se sabe que armaba la trama tomando los nombres de los personajes de una guía telefónica norteamericana, de un viejo Atlas y de un libro de Historia Americana. Sus locaciones y ambientes eran muy reales, incluso viajó mucho por Estados Unidos desde 1928 hasta 1931.
Fuero las dos insignias en sus géneros aunque hubo una pléyade de escritores que como cosa curiosa utilizaban seudónimos del inglés, siendo todos españoles.
Keith Luger, prolífico en oestes, aventuras, ciencia ficción etc., era Miguel Oliveros Tovar, gallego. Clark Carrados fue Luis García Lecha, riojano y Silver Kane, Francisco González Ledesma, catalán.
Como géneros o colecciones principales estaban las ya mencionadas de Amor ó Románticas, del Oeste, del Espacio (ciencia ficción), de Guerra, policiacas ( FBI, Servicio Secreto) , de Terror y otras.
Corrieron la misma suerte de los muñequitos al ser suspendida su venta durante los 60 y solo quedó como recurso el intercambio entre amigos o en casas dedicadas, como negocio clandestino.
Fernando Sierra 2020. Dìa 42 de cuarentena.