LLAMANDO PARA RESERVAR AL POLINESIO.
Corren los años finales de la década del 60 del siglo pasado y en varias casas, lugares de trabajo, algunas personas en la capital de Cuba miran nerviosas sus relojes, los coterráneos que están de vacaciones o visitas de médico o trabajo en la gran urbe, esperan también el " disparo de arrancada".
De pronto el socorrido " Radio Reloj" da las 9 a.m. y miles de dedos en las casas o los teléfonos públicos empiezan a discar frenéticamente un único número, no hay opciones, o ese o ninguno, la gente se impacienta, eleva la mirada al cielo, algunos se frotan nerviosamente las manos, insistentemente se recibe la señal de ocupado.
En un instante la llamada aparenta caer, el comunicante mira a todos con expectación…¡ farmacia ! – le dicen del otro extremo y sin pensar ni hablar cuelga, la carrera continúa, ya son las 9.45 a.m, el dedo comienza a doler, también la oreja de tanta presión que se hace con el auricular.
¡ Buenos días Restaurante Polinesio para reservas ! , las manos le sudan, ¡ Buenos días Polinesio! , le repite la voz y lleno de gozo y satisfacción el bendito cristiano da sus datos y el número de comensales. ¡ Hoy Fefita celebrara su cumpleaños comiendo en El Polinesio!
Cuantos cubanos no pasamos por esta experiencia casi mística, que tiempos aquellos y que bien se comía en ese lugar en esa época , recuerdos de momentos que nos hacen el vivir mejor.
