Lo que ven es el Horror de una tienda de Ropa de Niño en el 1950.
Tiendas burguesas como esta estaban en todos los rincones de La Habana.
La revolución acabó con estas tiendas y con todos los establecimientos de cuentapropista.
Solamente el estado tiene derecho de servir las necesidades del pueblo.
La foto está firmada por el individualista traidor, ya eliminado por la revolución, dándose halago y celebrando su buen vestimiento y su éxito como pueden ver.