"[Los Árabes]… aquellas ágiles y encantadoras criaturas que forman el más noble y elegante pueblo de la tierra".
-José Martí
La comunidad árabe en Cuba se formó por primera vez a finales del siglo XIX y se consolidó en las décadas de 1920 y 1930 del siguiente siglo. Sin embargo, la influencia de la cultura árabe en Cuba no se limita a la migración durante estos dos siglos. La influencia árabe estuvo precedida por otras contribuciones históricas que dieron a su presencia una interesante gama de colores.
La cultura árabe llegó a Cuba por primera vez a través de la colonización española, mediante una arquitectura que todavía lleva la marca de los moros y de un lenguaje lleno de palabras de origen árabe que aún se utilizan en la vida cotidiana.
Las contribuciones provenientes de la herencia cultural española y su influencia en Cuba durante los primeros siglos de la época colonial, es lo que se conoce como la huella indirecta de la cultura árabe en la isla, y es precisamente a lo que está referido el primer capítulo de esta visualización. Seguidamente se muestra el origen, la integración y la asimilación de la comunidad árabe en Cuba durante todo el siglo XX.
Los cubanos están acostumbrados a identificar la influencia árabe al levantar la vista hacia los edificios de sus ciudades o al mencionar palabras de origen árabe como "almohada" o "ojalá".
Sin embargo, ninguno de estos rasgos proviene de la temprana migración que trajo a miles de personas de la Grande Siria a finales del siglo XIX y principios del XX.
La primera etapa de la presencia cultural árabe en Cuba comienza con la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492 y se extiende por siglos, dejando huellas tangibles en la cultura cubana.
Arquitectura
Un legado visible de la influencia árabe en Cuba son los edificios construidos principalmente en el siglo XVII, en los que las formas y técnicas de la llamada arquitectura "mudéjar" dominaron el paisaje arquitectónico en la época.
Este estilo de gran influencia árabe, que en su nombre significa "domesticado", fue practicado por los constructores y artesanos en España y se aplicó a muchos elementos de las artes islámicas, a veces combinadas con formas cristianas.
En el caso cubano, el uso de este estilo no fue con la intención de tomar como modelo el edificio morisco en sí, sino que se utilizó por ser protagonista en la arquitectura popular en la que se capacitó a los constructores y artesanos españoles que emigraron a la isla durante época.
Causas de la migración y formación de la comunidad árabe en Cuba.
Hubo varias causas para la emigración árabe provenientes de la Grande Siria en la segunda mitad del siglo XIX. Si bien las motivaciones económicas eran las más importantes, también había otros elementos que influyeron en el proceso de migración a las Américas, incluidos los disturbios civiles y la hambruna.
La primera ola de inmigración árabe ocurrió en el momento del Imperio Otomano Turco y, por lo tanto, se clasificaron como turcos a todos los árabes que llegaban a la isla, aunque este era un término inapropiado.
La mayoría de los inmigrantes árabes provenían de las provincias otomanas de Beirut, Jerusalén y Siria.
Aunque hubo migraciones previas, la mayor ola de emigrantes árabes a Cuba se produce después de la Primera Guerra Mundial, luego del derrumbe del Imperio Otomano y el comienzo del gobierno colonial de la Gran Siria por parte de Francia y el Reino Unido.
Fue en este momento que el censo de inmigración cubano representó a los árabes como personas distintas de los turcos.
La migración árabe hacia Cuba comenzó a disminuir durante los movimientos de independencia en Medio Oriente y la creación de los estados nacionales durante la década 1930-1940.
La mayoría de los árabes inmigrantes se asentaron en La Habana, con un número significativo en Holguín y Santiago de Cuba.
En la década de 1930, La Habana se convirtió en el hogar del 25% de la comunidad árabe, que para ese entonces era de alrededor de 10,000 personas en toda Cuba. En La Habana, la calle Monte y sus alrededores se transformaron en el centro de la cultura y el comercio árabe en la isla. Muchos árabes empezaron a establecer sus negocios e instituciones durante esta época, la mayoría se concentró en las calles principales de Centro Habana y Habana Vieja.
Composición religiosa
Los árabes que se establecieron en Cuba practicaron muchos credos y creencias, reflejando la diversidad religiosa y comunitaria que existía en sus países de origen.
Estimar su composición es difícil debido a la falta de registros referido a sus credos y creencias. Sin embargo, en el año 1951, la Embajada del Líbano en La Habana realizó un censo de descendientes libaneses en Cuba. La mayoría de los libaneses y árabes practicaban la fe católica maronita (55%), mientras que muchos se adhirieron a otras religiones, incluyendo a cristianos ortodoxos (16%), musulmanes sunitas ( 8%), y los musulmanes chiítas(8%).
Las comunidades árabes establecieron la mayoría de sus negocios e instituciones cerca de las iglesias y congregaciones a las que estaban afiliados. Los árabes-cubanos se formaron como un grupo étnico notable en todo el país; su actividad económica les valió una buena reputación y le brindó éxito a su comunidad.
Algunas tiendas de propiedad árabe en la calle Monte
El Turco – sastrería y ropa hecha
La Siria – tienda de sedería y quincallería y pefurmería
La Flor de Palestina – almacén de tejidos
El Estrella de Oriente – ropa, sedería, quincalla y artículos para caballeros
Monte Libano – ropa hecha para caballeros
La Mora – bodega
La Jerusalen – quincalleríay ropa hecha para caballeros
El Cedro Libanes – tienda de ropa
La Siria – mueblería
La Siria Moderna – tienda de rapa
La Flor de Siria – tienda de tejidos
El Árabe – Restaurante
Entre muchos otros…
Fuente https://www.arcgis.com