Los comercios se anunciaban en letreros colgantes o con letras de cobre incrustadas en el granito en la acera, a la entrada. O en las revistas. Mi mamá, con sus 87 años, todavía guarda recuerdos de esos años, y le debo los paseos por Galiano, o Neptuno, ilustrándome sobre el significado de Flogar, o la descripción del interior del Ten Cent de Galiano, entre tantas anécdotas.