» Los fieles guardianes del Paseo del Prado» 🦁🦁🦁🦁🦁🦁🦁🦁.⤵
El 1ro. de enero del año 1929, se emplazaban los ocho leones sobre sus pedestales.
La Habana era el puerto más importante para España en el Nuevo Mundo, por lo que era necesario protegerlo de corsarios y piratas. Entonces se decidió fortificar la bahía y comprar cientos de cañones para proteger y defender la ciudad, en fortalezas como el Castillo del Morro. Durante la etapa neocolonial, en pleno siglo XX, se comprobó que los cañones resultaban obsoletos, por lo que se funde su bronce y se utiliza para crear las esculturas de los leones. En 1928, el Presidente de Cuba encargó el escultor francés Jean Puiforcat y al también escultor cubano y experto fundidor de bronce Juan Comas a esculpir los leones a gran escala para ser colocados a lo largo del Paseo. Tomaron como muestra la pieza original que Carlos Miguel T. de Céspedes Ortiz, ministro de obras pública había adquirido en Londres, en 1920. Se reprodujeron y fundieron en bronce en los grandes talleres de Gaubeca y Ucelay, en Regla, en otras publicaciones los talleres se ubican en Luyano. Es de señalar que
contra de lo que suponen no pocas personas, ninguno de ellos fue robado jamás.
Los Leones del Prado habanero se consideran genuinas obras de arte. Atraen por los sensibles detalles de las melenas , las pezuñas, los colmillos y las expresiones de sus semblantes. A su vez estos apacibles y hermosos leones, son fieles guardianes en el Paseo del Prado habanero, a la vez que son testigos silenciosos de lo que acontece a su alrededor.
Quizás por ello resulta común fotografiarse junto a ellos, símbolos imperecederos de una estancia inequívocamente habandel