LUIS CARBONELL, IGUAL QUE EL NIÑO VALDEZ.
– Blancanieve, qué le pasa a tu negro Bernabé,
que nunca sale contigo ni en el barrio se le ve.
– Ja ja, ay, mi hermana, que tú sabes,
el negro está de revés,
por la noche va al girnasio a ejercitar los bicéps.
– ¡Muchacha, qué cosa es eso, no te puedo comprender!
– A practicar el borceo con guantes y tó, Cheché,
ya tiene su parren palner, su secon y un manager
y toa la noche se entrena por allá por Ataré,
él quiere ser borceador, darle al puño como é
y llegar a ser campeón igual que el Niño Valdés.
– Para eso debe estar muy fuerte,
tiene que ‘engrasarse’ bien…
– ¿Que si se engrasa?, muchacha, ahora come igual que tré
y me tiene medio loca con la comida hace un mé.
Desde que está en el borceo, a la hora de comer,
nada de arroz con frijoles, harina o tentempié…
¡Filete!, ¡mucho filete!, eso es lo que quiere él.
Y no creas que uno solo, ¡se come al día hasta sei!
Dice que eso le da fuerza para fajarse y vencer
y que él quiere enfiletarse igual que el Niño Valdés.
– Así gastarás el guano y todo lo que él te dé.
– Si no da ná, sólo quiere que le den y que le den,
yo he reducido mis gastos para darle de comer
porque comprando filete mira tú que voy a hacer.
Suspendí el italianboy, los cigarros y el café,
pero to lo sacrificios yo los soporto muy bien,
para que sea mi negro igual que el Niño Valdés.
Así charla Blancanieves con su vecina Cheché,
de la afición del esposo, que boxeador quiere ser.
Y al fin un día pelea, pero ella no lo va a ver,
le tiene lástima al otro que su esposo va a vencer.
Ella lo espera en la casa con un tremendo bembé
para celebrar el triunfo de su fuerte Bernabé,
que seguro en cuatro rauns al contrario irá a vencer,
por algo le da filetes, igual que el niño Valdés.
A las 11 de la noche, tocan a la puerta, son tres,
su marido desmayado con intensa palidez
y dos que lo traen cargado por la cabeza y los pies;
tiene estropeado el fémur, la tibia,y el peroné,
han disfrazado de bobo a su fuerte Bernabé,
que quería ser famoso, igual que el niño Valdés.
Blancanieves se enfurece, no sabe ni lo que hacer,
las pasas se le alborotan, se agita todo su ser
y cuando él abre los ojos y comienza en sí a volver,
la negra lo zarandea y le dice: -Bernabé,
aquí se acabó el borceo y los filetes también,
si tú que te enfiletabas perdiste y así te vé,
¿qué comió el contrario tuyo? ¿se mandó entera una ré?
Desde mañana frijoles, harina y tentempié,
y no te hagas ilusiones, cuelga los guantes, nené,
porque de ahora en lo adelante
¡yo soy el Niño Valdés!
Si quieren conocer quien era el Niño Valdés pueden verlo aquí https://www.facebook.com/groups/nostalgiacuba/permalink/657454841814773/