Mientras los cubanos pasan hambre, el régimen percibió 213 millones de dólares por exportación de alimentos. En plena escasez, Gobierno cubano asegura que La Habana cumple compromisos de producción agrícola.
Mientras la prensa oficialista continúa jactándose de que Cuba “cumple con sus compromisos de producción agrícola”, los cubanos no ven mejora en la aguda escasez de alimentos que padecen.
Según el régimen “incrementar la siembra, el acopio, la producción de alimentos, las ventas a los mercados agropecuarios, las exportaciones y el procesamiento industrias de los productos agrícolas” han sido la prioridad de la agricultura cubana.
No obstante, los campesinos se quejan de que el gobierno cubano no los ayuda ni siquiera con los insumos más sencillos, como herramientas y fertilizantes.
A esto se le suma la incapacidad del régimen de cubrir puntualmente la recogida y distribución de los productos generados por el campesinado, lo que deriva muchas veces en la putrefacción de los mismos, de la que el gobierno muchas veces no se hace responsable.
Pese a todo esto y a que las lluvias han paralizado las cosechas, “La Habana se ha mantenido como la única en cumplir sus compromisos de entrega”, destaca el medio Tribuna de La Habana.
Exportación de alimentos en Cuba
Por su parte Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de agricultura, a pesar de la pandemia el sector que representa no se detuvo y trabajan sostenidamente por reducir la abultada cifra de importaciones de alimentos e incrementar las exportaciones para generar necesarios ingresos.
La exportación junto con el turismo son las prioridades principales del régimen cubano, que produce alimentos para exportar a otros lugares, algunos de ellos como los camarones o langosta que la mayoría de los cubanos nunca consumirán en su vida, mientras a ellos les falta lo más básico.
El problema con la exportación, es que además de que se dedican recursos a la producción de alimentos que los cubanos no aprovechan, también se producen otros que sí les hacen falta y que sin embargo no les son destinados, como el café.
Otro problema es que prácticamente nada de lo que el gobierno cubano obtiene por la exportación de productos es utilizado en beneficio de la población, pues todos los sectores (energético, servicio de agua potable, vivienda, salud, y por supuesto alimentos) son decadentes e insuficientes para las necesidades de los cubanos, que pasan horas formados todos los días para conseguir comida y enseres de limpieza.
Cuba: niega escasez, pero pide “ayuda” a sus ciudadanos
Rodríguez mencionó las limitaciones del sector, destacando que hubo atrasos en las siembras que solo ahora han podido ser recuperados, la falta de combustible y limitaciones con los fertilizantes.
Todo eso podría justificar indirectamente la escasez de alimentos en Cuba, pero según el funcionario, todo fue resuelto satisfactoriamente para garantizar la producción agrícola.
“Nuestra tarea, la de los agricultores, de los comercializadores, las empresas y los compañeros de acopio es sembrar, acopiar y producir para ponerle por lo menos 500 toneladas a la capital por las vías oficiales, amén de las formas de comercialización existentes”, dijo.
A pesar de que todo está bien según las autoridades cubanas y sus medios oficialistas, la realidad de las familias cubanas es que los vegetales y frutas se encuentran escasos en mercados y tiendas.
La contradicción se encuentra en que, aunque el mismo régimen de Cuba afirma que todo está bien y hay suficiente producción, también es el mismo gobierno el que le ha pedido a sus ciudadanos cultivar en sus hogares para “contribuir” a mitigar la crisis.
La campaña “Cultiva tu pedacito” ni siquiera pretende solo que los cubanos cosechen para autoconsumo, sino que además pretende que entreguen lo cosechado a las autoridades para que se lleve a las tiendas, es decir, pretende que las familias, incluso niños, trabajen gratis.