Miguel Abrahantes, un cienfueguero nacido en Cumanayagua diseña robots para la NASA, destinados nada menos que a explorar Marte y otros planetas.
Lo realmente asombroso es que este cubano de 47 años llegó a Estados Unidos en el año 2000 sin saber absolutamente nada de inglés y antes de los 12 años de residir en ese país ya se había colado en la NASA y alcanzado otros logros, entre ellos el de fungir en el Hope College de Grand Rapids como profesor asociado de ingeniería electrónica, universidad en la que es uno de los profesores mejor valorados.
Junto a sus alumnos desarrolló, entre los años 2006 y 2007, investigaciones cuyo resultado fue el robot TetWalker, de quién se le considera el padre.
La añoranza por su tierra natal inspiró a Miguel a recrear la finca de su pueblo y logró reconstruir un pequeño Cumanayagua en su residencia localizada en el suburbio de Allendale de Grand Rapids, Míchigan, con árboles frutales y gallinas incluidos.
La historia de este cienfueguero fuera de serie reafirma la veracidad de que los cubanos están en cualquier parte, bueno, a veces no en un lugar cualquiera sino, incluso, en la NASA.
Fuente: Cibercuba