“Oh, funesto día. Hoy la desgracia nos abruma. Los que han peleado como buenos están llorando. ¡El Mayor General Serafín Sánchez ha muerto! (…)
El ayudante Capitán Vivanco era herido; Tte. Vicente Carillo perdía su caballo. El Gral. Carrillo recibía una contusión en la cara. El Gral. Sánchez se volvía a ver el movimiento enemigo cuando lo atravesó del hombro derecho hacia el izquierdo el proyectil de un Máuser. —¡Me han matado!, dijo y luego: Eso no es nada; ¡Siga la marcha!”
Loynaz del Castillo completa los apuntes más tristes de todo el Diario de la Inspección General