Palacio de Guasch
Hola amigos. Estoy seguro que toda persona que haya visitado la Ciudad de Pinar del Río se ha quedado maravillada, o al menos intrigada, con una edificación situada en una de las esquinas más concurridas de la Calle Martí. Me refiero al Palacio de Guash.
Hay pocas construcciones en Cuba que sean más eclécticas que este palacio. Es una invitación a la imaginación y un reto a nuestros ojos.
De impresionante estilo ecléctico, el palacio es la primera edificación en la que se utilizó hormigón armado en Pinar del Río. Su construcción comenzó en el ya lejano año 1909. Su concepción, que mucho tiene de extraña y caprichosa, es admirada por todo el que visita la urbe pinareña, debido a la monumentalidad de su tamaño y un paradójico universo de dragones y mezclas variopintas. De hecho, creo que la mejor expresión para describirla fue usada por un periodista cuando señaló: “Es la armonía del desorden”.
En este «estilo guaschesco», definido así por especialistas de Patrimonio y arquitectura del territorio, tuvo gran influencia el mismo dueño, el doctor Francisco Guasch Ferrer (Ginecólogo pinareño), quien diseñó los planos de la acción civil y su correspondiente ornamentación, a la par que veló a pie de obra por su ejecución.
Con el empleo por vez primera del hormigón en Pinar del Río, la sui géneris cimentación resalta por el acabado de sus columnas y capiteles, los adornos y relieves de la fachada y las altas e imponentes puertas.
Sobre la originalidad de la construcción baste decir que, en armónico ritmo, están representados algunos de los órdenes arquitectónicos más preciados: el estilo gótico en las torrecillas desafiando la altura, el capitel dórico, el friso jónico, la ojiva árabe y el pórtico hindú.
La Doctora Marcia Álvarez, biógrafa de Francisco Guasch, ha recopilado una valiosa información sobre esta obra y ha expresado: “…imposible filiar la construcción de este inmueble a una corriente estilística específica que no sea a un eclecticismo al modo de Guasch; de gran fuerza, donde tomó, reinterpretó y empleó a su modo, elementos de disímiles culturas que conoció, mezclando elementos de la Edad Media, el Renacimiento, el Gótico, el Románico, Islámico, Egipcio, Bizantino, Musulmán, etc. Así como, concepciones retomadas por el movimiento Art Nouveau y mudejarismo en España…”, por lo que se reconoce un estilo “Guaschesco” con influencia en la arquitectura posterior pinareña.”
La construcción está cargada de detalles espectaculares, incluyendo molduras de sapos, caballos de mar, monstruos, cabezas curiosas que aparecen.
La originalidad de su interior es también impresionante por la presencia de mosaicos de cerámicas vidriadas, que a pesar de sus años adornan aún algunas habitaciones del edificio. Su patio asemeja un parque jurásico, suerte de remembranza de las frecuentes expediciones científicas de su artífice.
Desde el año 1979, ha funcionado como Museo de Historia Natural y afortunadamente ya ha sido restaurado.
El inmueble es considerado Monumento Local por su valor arquitectónico y constituye uno de los ejemplos más representativos del eclecticismo en Cuba.
Lugar emblemático de una bella ciudad.
♪♫ “Pinar del Río que lindo eres…”♫♪