<< Única ocasión en que José Martí dibujó la Bandera Cubana >>
Por falta de tiempo, pero nunca por carencia de talento natural, Martí no se pudo dedicar a la pintura. De manera autodidacta desarrolló esa habilidad.
Son relativamente escasos los dibujos martianos.
No fueron realizados para exhibirse en público; se encuentran en sus cuadernos de apuntes e incluso, en hojas sueltas. Ninguno es según se puede apreciar una obra acabada.
Aquí se muestra la imagen de uno de ellos, consta de tres elementos principales. El primer plano es una balanza en equilibrio, cuyos brazos están identificados con los nombres latinos de Lex y Justiciae. Aparece como soporte de ésta un libro abierto y el fondo corresponde a la bandera cubana, siendo ésta, según se tiene conocimiento, la única ocasión en que el Apóstol perfiló el pabellón de la Patria.