Por qué los españoles dicen “Más se perdió en Cuba” para restar importancia a un problema
En el año 1868 se iniciaron las guerras independentistas cubanas. El Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, liberó a sus esclavos y los sumó a la lucha contra el colonialismo. Se iniciaba la debacle del Imperio Español.
El Tratado de París
Después de décadas de guerras en América, el ejército español intentaba proteger su colonia más preciada, Cuba. Pero no previeron la fuerza que ganaba Estados Unidos y su capacidad estratégica, tanto desde lo político, como desde lo militar.
El 15 febrero de 1898 estalló en la Bahía de La Habana el buque estadounidense Maine, lo que se interpretó como un ataque de España. Este fue el argumento necesario para que Estados Unidos tomara partido en el conflicto cubano – español.
Estados Unidos impulsó una ofensiva militar que forzó a España a firmar un documento de paz conocido como Tratado de Paris. En esta reunión no participaron los cubanos. Fue un acuerdo al margen de quienes verdaderamente habían ganado la guerra, los mambises.
El Tratado de Paris supuso renunciar a Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam
A cambio de 20 millones de dólares España renunció a estos territorios. Era la única salida coherente para evitar una guerra con la mayor potencia militar. De esta forma además cerraba un largo período de desgaste económico y conservaba otros territorios estratégicos (Islas Canarias, las Islas Baleares y Guinea Ecuatorial).
Pero la paz pactada con un par de firmas, estadounidenses y españolas había costado sangre, sudor y lágrimas a dos pueblos con una historia común desde 1492. España y Cuba habían perdido lo más valioso de una nación, miles de ciudadanos.
Quizás por eso en España se suele usar la frase “más se perdió en Cuba” cuando las cosas no salen como se espera. Es un modo de restar peso, o significación a una pérdida y tiene, desde luego, un fundamento histórico en las guerras de independencia cubanas.
Más se perdió en Cuba… y volvieron cantando (o silbando)
Las bajas ocasionadas en combate, por enfermedad, incluso por la hambruna, fueron muchas para ambos bandos. Quedaron en la memoria colectiva y la historia les hace justicia según desde dónde se mire el conflicto.
Se dice que, al terminar la guerra, los supervivientes españoles que volvían a sus tierras regresaban cantando, por la felicidad de no haber muerto en combate. En cambio, los mambises fueron desarmados y retirados con un salario irrisorio, cosa con la que no quedaron muy conformes, según los historiadores cubanos.
El resultado de las guerras independentistas fue medio país devastado, cañaverales quemados, cientos de poblaciones rurales en la más absoluta miseria, insalubridad y hambruna. Así entró Cuba al siglo XX. España, por su parte, había perdido una significativa área de su territorio y su mayor fuente de ganancias económicas.
“Más se perdió en la guerra”
Pasaron los años y hubo otra vuelta a Cuba de españoles, en este caso huyendo de las penurias de la Guerra Civil (1936-1939). En la Isla encontraron una continuidad familiar, social y cultural que les permitía reordenar su vida fuera de España.
Los vínculos entre ambos pueblos están sobradamente argumentados por historiadores con distintas visiones. En el consenso común está el hecho de que los períodos entre 1868 -1878 y 1895-1898, fueron una época de pérdidas de todo tipo para ambos bandos.
Cubanos y españoles mantenemos la frase “más se perdió en Cuba”. Unas veces con matiz jocoso, como de quien minimiza un tema; y otras con un poco de dolor, de quien recuerda que no hay nada más valioso que la vida, la paz y la independencia.
Autor: Gretchen Sánchez.