Radio Reloj! – publicación de Angel Gutierrez Fernandez
El 1 de julio de 1946, a las 6:00 am, desde un local ubicado en la azotea del antiguo circuito CMQ, en la calle Monte esquina a Prado, comenzó a salir al aire la emisora Radio Reloj.
El local, devenido en cabina de transmisión, contaba sólo con una mesa, un micrófono, un metrónomo y dos sillas, y la idea de hacer un programa de ese tipo fue traída de México por Gaspar Pumarejo, en ese entonces Jefe de Programación del Circuito CMQ, quien conoció de la existencia en la nación azteca de una planta, denominada XEQK que daba la hora cada minuto, intercalando menciones comerciales grabadas. Pumarejo le propuso a Goar Mestre, propietario de la CMQ, crear una emisora similar, pero alternando la hora con anuncios en vivo y noticias.
Poco tiempo después, se traslada al Edificio Radiocentro, en calle 23 esquina M, donde en la “Arcada” del edificio los locutores leían las noticias a la vista del público. Después, por necesidades de la televisión, se instala en el 4to piso, donde en la tarde del 13 de marzo de 1957, ocurre un destacado suceso histórico, cuando José Antonio Echeverría, con un comando del Directorio Revolucionario toman la cabina de Radio Reloj, y en una apasionada elocución al pueblo de Cuba anunciaba la muerte de Fulgencio Batista, presidente de Cuba en esa época, y que fue suspendida por un empleado que sacó del aire la emisora.
Hoy en día, Radio Reloj sigue siendo un punto de referencia en la isla, la emisora por donde los cubanos ponen en hora el reloj y se actualizan del acontecer noticioso.
La primera imagen muestra a los locutores Armando Pérez Roura y Ricardo Valladares trasmitiendo el último minuto cuando la cabina de Radio Reloj se encontraba en la arcada de Radiocentro. La segunda imagen la Cabina de Radio Reloj el 13 de marzo de 1957, así como las huellas de disparo que José Antonio hiciera al detectar que la trnasmisión de su alocución había sido cortada. La tercera imagen la cabina de Radio Reloj que hoy constituye Monumento Nacional.
Compartido por Patricia Isabel Corona Rodríguez