República de Cuba : Lotería Nacional.
Historia de el juego preferido por la mayoría de los cubano apesar de que desde el 1959 quedó prohibido.
La creación de una lotería en Cuba fue aprobada por Real Orden del 28 de junio de 1810, a titulo de ensayo; una Real Orden posterior, de fecha 27 de enero de 1812, apremiaba el inicio.
El primer sorteo en Cuba se efectuó el 11 de septiembre de ese propio año, con dos premios mayores de diez mil y cinco mil pesos; los números premiados fueron el 13 406 y el 13 380, ambos vendidos en Santiago de Cuba.
Los sorteos eran públicos y contaban con la presencia del juez conservador (quien lo presidía), el caballero o regidor de la ciudad, el director, el contador, el fiscal y el escribano; este último era el encargado de formar la lista de los números y premios salientes, la cual se divulgaba para diferentes lugares ese mismo día en la tarde.
Para efectuar el sorteo se disponía de dos maquinas cilíndricas y cóncavas, una para los números y otra para los premios. En imprenta se confeccionaban diez mil números y 58 premios, que se introducían en unos pequeños barrilitos preparados para ella, los cuales se diferenciaban de los números y los premios por el color.
Un día antes de efectuarse el sorteo, estos barrilitos eran introducidos en las máquinas para el juez conservador, el regidor y el director. Para operar las máquinas y extraer los barrilitos, se seleccionaban cuatro niños huérfanos, dos para cada máquina, quienes mostraban a los presentes los números y premios salientes.
Posteriormente, la lotería, que se había inspirado en la de México, continuó desarrollándose sobre la base de la Ordenanza de la Real Lotería de España, adecuándola a las condiciones de Cuba.
Desde esa fecha la Real Lotería de la Isla de Cuba cambió el nombre por el de Lotería Nacional, el cual llevó por poco tiempo, ya que en 1815 vuelve a tomar el nombre original basta el 30 de noviembre de 1898 cuando se realizó el último sorteo de la lotería colonial.
Época republicana
Los interventores norteamericanos prohibieron la Lotería Nacional, a la cual identificaron como fuente de vicios y corrupción colonial, pero en 1903, tras establecerse la República de Cuba, un grupo de senadores elaboraron un proyecto con el objetivo de restablecer la institución. El proyecto se discutió entonces en la Cámara de Representantes y luego de largo debate fue aprobado el 5 de enero de 1905.
No obstante estar aprobado el proyecto por el legislativo, el presidente de la República, Tomás Estrada Palma lo devolvió al Congreso un día después y se negó a aprobarlo. Tras la caída de Estrada Palma y la administración de Charles Magoon llegó al poder el general del Ejército Libertador, José Miguel Gómez, quien restableció la Lotería Nacional mediante la Ley del 7 de julio de 1909.
Esta Ley que organizó la Renta de la Lotería contempló en el titulo I una renta pública con el nombre de Lotería Nacional de Cuba y la creación de un departamento anexo a la Secretaria de Hacienda, que sería la Dirección General de la Lotería Nacional, dirigido par un director general nominado par el presidente de la República, con la aprobación del Senado.
El último sorteo que se celebró en Cuba antes del triunfo de la Revolución, fue el 31 de diciembre de 1958.