¿Sabías que de los hombres que acompañaron a Martí en su llegada a Cuba sólo sobrevivieron los dominicanos?
El 11 de abril de 1895 un pequeño bote con seis expedicionarios a bordo llegó a las costas cubanas por Playita de Cajobabo. Rápidamente y aprovechando la oscuridad de la noche descendieron de la embarcación cuatro cubanos (el Delegado del Partido Revolucionario Cubano José Martí, el Mayor General Francisco Borrero Lavadí, el General de Brigada Ángel Guerra Porro y César Salas) y dos dominicanos el Mayor General Máximo Gómez Báez y su ayudante Marcos del Rosario. De todos ellos, sólo los dos dominicanos vivirían para ver el fin de la Guerra del 95 y el cese de la dominación española en Cuba.
José Martí, ya nombrado como Mayor General, sería el primero en caer en combate en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895 cuando, de forma temeraria, cargaba contra los españoles en compañía de un joven e inexperto ayudante de nombre más que simbólico, Ángel de la Guardia.
Menos de un mes después moría el Mayor General Paquito Borrero durante el ataque al puesto militar de Altagracia en Camagüey cuando marchaba a las órdenes de Gómez. Era el 17 de junio de 1895. Paquito era uno de los jefes más prestigiosos de la Guerra del 68 y su muerte fue un duro golpe para Máximo Gómez quien tenía en él a uno de sus hombres de mayor confianza.
El tercero de los cubanos en morir durante la guerra fue el Brigadier Ángel Guerra el 9 de marzo de 1896 en Jagüey Grande combatiendo junto a la escolta de Máximo Gómez en el ingenio Santa Rita. A él le seguiría César Salas, ya con grado de capitán, César Salas, un año después en Matanzas. Al conocer de su caída en combate el General en Jefe Máximo Gómez, que lo quería como un hijo expresó: “(…) querido César, fiel y leal compañero, muerte oscura y caída solitaria, para ti también tenemos muchas lágrimas…”.
Los únicos compañeros de José Martí en su desembarco por Playita de Cajobabo que sobrevivirían la guerra por esos azares del destino serían los dominicanos: el viejo Mayor General Máximo Gómez y Marcos del Rosario, que terminaría la guerra con grados de coronel del Ejército Libertador cubano.
Máximo Gómez fallecería en La Habana el 17 de junio de 1905, honrado por todos sus compañeros de armas y con el cariño del pueblo de Cuba.
Marcos del Rosario, por su parte, moriría en 1947 a una edad muy avanzada en su patria, República Dominicana, donde había fijado su residencia definitiva en 1939. 🇨🇺