<<San Carlos de Borromeo, único cementerio de Cuba donde aún se utilizan las catacumbas>>

El cementerio de San Carlos de Borromeo en la ciudad de Matanzas guarda los restos de muchos cubanos ilustres como Bonifacio Byrne y Jacinto Milanés.

Sin embargo, lo que lo distingue es que constituye el tercer cementerio con mayor valor patrimonial en la Isla, le anteceden el Cristobal Colón, en La Habana y el Santa Ifigenia, de Santiago de Cuba.

Esa importancia se debe al hecho de que es el único en el país en que todavía se utilizan sus catacumbas para las inhumaciones con ciertas limitaciones.

Inaugurado el 1ro de septiembre de 1872 por el párroco Santiago Serra, está próximo a cumplir el siglo y medio de existencia. Para su construcción se utilizó mármol de Carrara, hierro fundido y bronce; y se integraron los avances higiénico–sanitarios más avanzados de la época.

Con su construcción la ciudad de Matanzas solucionó uno de los problemas más serios que. tenía la población desde su fundación: la dispersión de los enterramientos, pues existían hasta 14 pequeños cementerios distribuidos por toda la ciudad y sus alrededores.

Su capilla, llamada así pese a no contar con cruz ni ningún otro ornamento religioso,fue la primera de estilo octogonal que se construyó en Cuba y en ella reposan unos 200 veteranos de las guerras por la independencia de Cuba.

Sus catacumbas contienen 756 nichos en
dos galerías subterráneas y donde ambas tienen una extensión horizontal de 58 metros en un largo pasillo soterrado de 6 metros.

A principios del 2019 se comenzó un proceso de exhumación de los restos de los veteranos, colocados en el interior de la capilla en el año 1916, con vistas a su posible identificación.