<< "ZAPATERO A TUS. ZAPATOS" >>
Se dice a la persona que quiere opinar sobre lo que no sabe ni entiende, para invitarla a ocuparse de sus asuntos y a no entrometerse en el trabajo de otros.
Es un refrán muy antiguo. Su origen está en un hecho que ocurrió en el siglo IV antes de Cristo.
Trabajaba un día el pintor Apeles en el retrato de un ateniense, cuando un zapatero vecino del artista le hizo una observación atinada de la sandalia que lucía el modelo.
Apeles entonces lo corrigió, pero… el zapatero volvió a opinar sobre otros aspectos del cuadro. Apeles le dijo que no opinara de lo que no sabía y que se ocupara solo de las cosas de su oficio, los zapatos.