<< EL QUE NO SE CONSUELA, ES PORQUE NO QUIERE >>
Se utiliza para expresar la importancia del optimismo para soportar y tolerar los malos tiempos. Aludiendo a que siempre existen razones para inclinarse por la esperanza.
Como origen se cuenta que:
Almorzaba, en una ocasión, en un restaurante un distinguido caballero, cuando un camarero que pasaba junto a él, llevando en lo alto una bandeja con licores, tropezó y derramó sobre el cliente todo el contenido de las copas.
El caballero vuelto hacia el camarero dijo: «Menos mal, amigo, que eran Martinis secos» . ☺️☺️☺️☺️
También se emplea bastante la forma «Quien no se consuela es porque no quiere»