«Ser más inútil que la carabina de Ambrosio».
«La carabina de Ambrosio», que no tenía pólvora en sus cañones y siempre estaba colgada de un clavo, alude a los objetos y personas que son inútiles y no sirven para cosa alguna.
Así, de algo inservible se dice que «es más inútil que la carabina de Ambrosio».
Una antigua y anónima fuente atribuye el origen de este dicho con los siguientes argumentos: Ambrosio fue un labriego que existió en Sevilla a principios de siglo y que decidió abandonar la dura labranza para dedicarse a la más lucrativa tarea de salteador de caminos.
Acompañado de su inseparable carabina, todos los caminantes a los que asaltaba le tomaban a broma ya que su ingenuidad era bien conocida en la comarca y todo el mundo sabía que era incapaz de hacer daño a una mosca.
El bueno de Ambrosio se veía así obligado a retirarse de nuevo a su lugar maldiciendo de su carabina, a quien achacaba la culpa de imponer poco respeto a los que él asaltaba.