Teatro La Caridad. Santa Clara. 🏛😊🤓
Teatro La Caridad. Es una institución cultural insigne de la ciudad cubana de Santa Clara, que ostenta, desde 1981, la condición de Monumento Nacional. Inaugurado el 8 de septiembre de 1885, forma parte de la excelsa trilogía de teatros cubanos nacidos en el siglo XIX, que integran, además, el Tomás Terry Adans de Cienfuegos y el Sauto de Matanzas. Por sus valores patrimoniales, ambientales y arquitectónicos, constituye una de las edificaciones con mayor expresividad dentro del conjunto urbano que rodea al parque Leoncio Vidal Caro de la capital villaclareña. Su construcción sería financiada por Dña. Marta Abreu de Estévez, quien, proveniente de una acaudalada familia de la localidad, lo donara a esta para con sus ingresos socorrer a los pobres.
Teatro La Caridad a inicios del siglo XX
La propuesta de construcción del teatro se hizo saber al Ayuntamiento de Santa Clara en Diciembre de 1883. El Dr. Don Luis Estévez y Romero tuvo a su cargo las gestiones para la adquisición del terreno y apoyó incondicionalmente la decisión de su esposa Marta Abreu. El Ayuntamiento, de total acuerdo, aceptó y aprobó la propuesta.
En agosto de 1885 se dió por terminada la construcción del edificio teatro, proyectado por el ingeniero, Herminio Leiva y Aguilera, acordándose su inauguración para el 8 de septiembre del propio año.
Inauguración
Dña. Marta Abreu de Estévez, a cuya iniciativa se debió la construcción del teatro La Caridad.
El 8 de septiembre de 1885 abrió sus puertas la sobria instalación, la que fue realizada por iniciativa de la ilustre Marta de los Ángeles Abreu de Estévez y Arencibia, para con sus ganancias hacer obras caritativas y perpetuar la memoria de sus padres. La inauguración, fue precisamente el día de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba.
El Teatro La Caridad se erigió en el espacio que ocupó La Ermita de la Candelaria, primer templo que tuvo la villa y que había sido construido en 1696 por iniciativa del benefactor Padre Juan de Conyedo. En 1849, fue convertido en cuartel y posteriormente en Oficinas de Telégrafos hasta su total demolición en 1884.
Para perpetuar su huella y dar un sentido de continuidad, La Ermita de la Candelaria, quedó estampada sobre el telón de entreactos de la naciente obra arquitectónica.
Es invitado el Capitán General de Cuba para que asistiera, lo que no fue posible, según hizo saber al Gobierno de la ciudad, por sus ocupaciones de trabajo, aunque agradeció la invitación que se le hiciera.
Luis Estévez, esposo de Dña. Marta Abreu, quien se encargaría de hacer cumplir el deseo de la ilustre dama.
Rafael Tristá, como Alcalde Presidente del Ayuntamiento de la Ciudad Capital, acompañado de concejales y autoridades tuvo a su cargo la apertura del acto. Le siguieron, el discurso del Autonomista Rafael Montoso.
A la escena subieron aficionados locales con la obra Los Lazos de la Familia y el Artista Camilo Salaya dio lectura a la poesía A Villa Clara. Cerró la noche teatral la polca La Pasionaria.
Como parte de las actividades de inauguración, los habitantes de la ciudad y de otros lugares de la provincia ofrecieron al día siguiente su agradecimiento a Marta y a su esposo en el propio teatro.
Ellos fueron conducidos sobre una alfombra de flores naturales y se le obsequió, a la benefactora, una medalla conmemorativa a nombre del pueblo, también se presentó un grupo de aficionados que deleitaron a los presentes con la obra dramática La Caridad.
Las publicaciones periódicas locales, nacionales y también algunas publicaciones en España reflejaron lo que fue para los santaclareños un hecho de trascendental significado histórico cultural.
Seis días después, a propuesta del Concejal Juan Manuel Martínez, el Ayuntamiento aprobó por acuerdo unánime, otorgar al Dr. Luis Estévez Romero la condición de hijo ilustre de la ciudad, teniendo en cuenta los valiosos servicios que había prestado a ésta en unión de su esposa.
Años más tarde, el 4 de abril de 1894 bajo la presidencia del Alcalde Martínez Pupo y a solicitud de los vecinos de la Calle San Juan Bautista, se le cambió el nombre por el de Estévez como gratitud a la familia de Marta; catorce días después sé modificó el acuerdo y se decidió nombrar a la Calle Luis Estévez en honor a éste y evitar que en un futuro pudiera ser confundido con un apellido similar, además se le nombró hijo adoptivo de la ciudad.
1885 – Actualidad
Sin dudas, a partir de ese momento hasta la actualidad, el Teatro La Caridad ha sido una de las plazas culturales más relevantes del quehacer artístico de Santa Clara y de Cuba.
Por su escenario han desfilado figuras y compañias de renombre mundial, entre ellas: Enrico Caruso, Libertad Lamarque, Jorge Negrete, Rosita Fornés, la Compañía de Lola Flores,Chucho Valdés, Alicia Alonso y el Ballet Nacional de Cuba, la Compañía de teatro de Enrique Arredondo y la Compañía Codanza, entre otras.
Arquitectura y diseño de interiores
El 15 de septiembre de 1885, en la segunda convocatoria de la reunión ordinaria del Ayuntamiento de la ciudad bajo la presidencia de su Alcalde Rafael Tristá y los nueve concejales, se dedicó especial atención a tratar los asuntos relativos a la administración del recién inaugurado Teatro La Caridad, el que ocupó una extensión superficial de 1 950,48 metros cuadrados, incluyó restaurante, barbería y espacio para sociedades de recreo.
Los primeros visitantes pudieron observar y admirar la elegante decoración, expresión del buen gusto y reconocimiento a los altos valores de la cultura nacional y universal. El cubano Miguel Melero, destacado pintor y profesor de la Escuela de San Alejandro realizó los bustos de Calderón y Echegaray.
El ilustre escenógrafo español Miguel Arias laboró en los diversos telones y la escenografía; por otra parte, la decoración a relieve situada en la embocadura, y el conjunto escultórico para el frontón, estuvieron a cargo del ingenio de Bossi.
El pintor Filipino Camilo Salaya, graduado de la academia madrileña San Fernando, tuvo a su cargo la decoración del cielo raso y los laterales de la parte superior de la boca escena.
Fuentes
El Villaclareño