Tumba de la Lealtad o de la Fidelidad: historia de uno de los sepulcros más famosos de Cuba En el Cementerio de Colón en capital cubana salta a la vista la escultura de una mujer acostada, y a sus pies, un perrito. La mujer Jeannette Ford nació en Estados Unidos, y llegó a La Habana a principios del siglo XX, donde fundó el Bando de Piedad de Cuba, una sociedad dedicada al cuidado y la protección de niños y animales. De su leyenda son narradas dos versiones: Una de ellas dice que al morir en 1931, su perro Rinti permaneció a los pies de la tumba hasta morir. El otro relato cuenta que el perro venía diariamente hasta la tumba de su dueña y se echaba a los pies de ella durante todo el día, hasta que murió de tristeza en el lugar. Esa historia inspiró al artista Fernando Boada para crear la escultura “La Tumba de la Fidelidad”, singular obra que refleja la lealtad y nobleza del perro hacia el ser humano, como recompensa a la labor humanitaria que esa mujer desarrolló.
In the Cemetery of Columbus in Cuban capital, the sculpture of a woman lying, and at her feet, a puppy. The woman Jeannette Ford was born in the United States, and arrived in Havana in the early twentieth century, where she founded the Cuban Band of Mercy, a society dedicated to the care and protection of children and animals. Two versions of his legend are narrated: One of them says that when he died in 1931, his dog Rinti stayed at the feet of the grave until he died. The other account says the dog came daily to his owner’s grave and lay at her feet all day long, until she died of sadness on the scene. That story inspired the artist Fernando Boada to create the sculpture ′′ The Tomb of Faithfulness «, a unique work that reflects the dog’s loyalty and nobility to human being, as a reward for the humanitarian work that that woman developed. ·