Única, irrepetible, temperamental, avasalladora e inimitable.
Fue pintada por «MIRTA CERRA»….
Por. Henry Puente.
Aquí vemos a la inmensa Martha Strada pintada por la gran artista plástica Mirta Cerra en la década del 60. La pintora fue una ferviente admiradora de la gran artista y no se limitaba en expresarlo todo el tiempo, perseguía sus actuaciones, a tal punto, que durante una temporada que hizo la Strada en el famoso cabaret «El Gato Tuerto» de La Habana, acudía diariamente para escucharla cantar, verla actuar y estudiar sus movimientos corpóreos, fascinada por su espectacular presencia e imagen.
Mirta Cerra Herrera fue una Artista de la Plástica que desarrolló tendencias del naturalismo y el cubismo, recibió influencia de Amelia Peláez del Casal, su creación siempre fue plenamente libre y ha sido demostrado cuando ella expresaba: «Pinto lo que quiero» y siempre le aconsejaba a los jóvenes, «Pinten lo que quieran pintar».
Sus temas se reúnen en varios grupos, el espontaneo, sus figuras hermosas y sus habanas, asimismo, dentro de su obra se aprecia además la serie de piedras con un sentido más abstracto.
En Mirta se encierra fuerza, potenciabilidad expresiva, una sensibilidad quintaesencial, firmeza en el trazo, ternura en la composición superando en sí misma lo inevitable, etapa de tanteo y la búsqueda de la inseguridad y la vacilación, la podemos señalar como una de las mejores pintoras de nuestra época, fijadora de valores para la posteridad.
La Cerra expusó en 1951 su fantástico trabajo en salones de París con un resonante éxito, incluso, recibió grandes halagos de otros artistas, como fue el caso de Pablo Picasso, quién dijo sobre ella que que poseía una personalidad pictórica subyugante.
Actualmente, sus obras forman parte de colecciones en diferentes lugares del mundo, incluyendo las privadas, destacándose las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, Cuba y del Museum of Arts and Science, Daytona Beach, Florida, Estados Unidos.