*Hotel «Capri» 1962*
Por. Henry Puente.
En mí modesta opinión esté show-espectáculo concebido en el año 1962, el cuál tuvo un descomunal éxito, con Juana Bacallao como la traviesa «CAPERUCITA ROJA» y Dandy Crawford como «EL LOBO FEROZ» merece una reseña con la sola intención de ser recordado, los cubanos que tuvieron la suerte de presenciar aquello jamás lo han olvidado, porque quizás pocas veces en su vida rieron tanto.
Bajo la producción y dirección de Joaquín Riviera, desde su estrenó se convirtió en un total suceso, a llenó total, noche tras noche, en el afamado cabaret del hotel Capri en la ciudad de La Habana, el cuál conseguir una reservación para poder disfrutarlo era todo una odisea.
También, entre muchos, trabajaron otras grandes estrellas incluidas en el show, como fue el cuarteto de «MEME SOLIS» y la hoy casi olvidada «MAGGIE PRIOR», aún al día de hoy innumerables personas recuerdan el excelente y divertido tándem que conformaron Juana y Dandy, que derivaba con escenas enloquecidas y delirantes, dónde por supuesto, estaba incluida la improvisación que ambos artistas ostentaban, poniéndola en función de brillar, convirtiendo aquello en un ring de boxeo con una constante lucha para ver quién lograba divertir más al público, resulta indudable que «LA CAPERUCITA SE DIVIERTE» conllevó ser algo genial dentro del mundo de los espectáculos nocturnos, a tal extremo, que durante esos años llegaron a ser seleccionados, junto a la divina MARTHA STRADA, ELENA BURKE, MIRIAM ACEVEDO, LAS CAPELLAS y el grupo LOS BUCANEROS, como los artistas de cabaret más destacados del país.
Mención aparte merece señalarse la extensa labor artística realizada por Dandy Crawford, el fabuloso lobo feroz. Esté maravilloso actor-cantante-bailarín fue quizás el penúltimo showman de los escenarios cubanos, quién tras una larga y persistente carrera el implacable olvido ha lastrado su recuerdo, no fue famoso ni popular, como muchos otros con menos talento, apenas disfruto de giras internacionales, porque se mantuvo fiel aquello en que creía, cantando la música que le gustaba, la que había defendido desde siempre, haciendo lo que entendía y creía se le daba mejor, asumiéndolo con un profesionalismo paradigmático, tal vez haya sido uno de los primeros showman cubanos, pero siempre apegado al estilo de aquellos cantantes y bailarines afroamericanos. Apenas grabó, pero indiscutiblemente, su nombre forma parte de las referencias fundacionales de más de un hito importante dentro de la música cubana, y verdaderamente
¡ MERECE SER RECORDADO !